Mateo 18, 32-35

y llamándolo su señor le dijo: “¡Siervo malvado! Debido a tu súplica, te perdoné toda aquella deuda. “¿No debías tener tú también compasión de tu consiervo, como yo tuve compasión de ti?” Y su señor, lleno de ira, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. Así también hará mi Padre que está en el Cielo con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano que lo haya ofendido.br/br/
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