Mateo 9, 21-22
“
porque decía para sí: “Si tan sólo toco su ropa, quedaré sana”. Entonces Jesús, volviéndose y mirándola, le dijo: Hija mía, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y desde ese momento la mujer quedó sana. ”
Mateo 9, 21-22