Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Apéndice.
Recomendaciones Particulares, 13:1-19.
1
Permanezca entre vosotros la fraternidad, 2
no os olvidéis de la hospitalidad, pues por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles. 3
Acordaos de los presos, como si vosotros estuvierais presos con ellos, y de los que sufren malos tratos, como si estuvierais en su cuerpo. 4
El matrimonio sea tenido por todos en honor; el lecho conyugal sea sin mancha, porque Dios ha de juzgar a los fornicarios y a los adúlteros. 5 Sea vuestra vida exenta de avaricia, contentándoos con lo que tengáis, porque el mismo Dios ha dicho: No te dejaré ni te desampararé. 6
De manera que animosos podemos decir: El Señor es mi ayuda, no temeré; ¿qué podrá hacerme el hombre? 7
Acordaos de vuestros pastores, que os predicaron la palabra de Dios, y, considerando el fin de su vida, imitad su fe. 8
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. 9
No os dejéis llevar de doctrinas varias y extrañas; porque es mejor fortalecer el corazón con la gracia que con viandas de las que, ningún provecho sacaron los que a ellas se apegaron. 10 Nosotros tenemos un altar, del que no tienen facultad de comer los que sirven el tabernáculo. 11
Los cuerpos de aquellos animales cuya sangre, ofrecida por los pecados, es introducida en el santuario por el pontífice, son quemados fuera del campamento. 12
Por lo cual también Jesús, a fin de santificar con su propia sangre al pueblo, padeció fuera de la puerta. 13
Salgamos, pues, a El, fuera del campamento, cargados con su oprobio, 14
que no tenemos aquí ciudad permanente, antes buscamos la futura. 15
Por El ofrezcamos de continuo a Dios sacrificio de alabanza, esto es, el fruto de los labios que bendicen su nombre. 16
De la beneficencia y de la mutua asistencia no os olvidéis, que en tales sacrificios se complace Dios. 17
Obedeced a vuestros pastores y estadles sujetos, que ellos velan sobre vuestras almas, como quien ha de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y sin gemidos, que esto sería para vosotros poco venturoso.18
Orad por nosotros. Confiados en que tenemos buena conciencia y que queremos proceder rectamente en todo. !9 Sobre todo os ruego que hagáis oración para que yo os sea pronto restituido.
Este último capítulo, compuesto de recomendaciones particulares y saludos, es lo que sobre todo da carácter de carta a la epístola a los Hebreos, cuyos comienzos son más bien los de un tratado doctrinal.
Se recomienda primeramente la caridad fraterna, mencionando de modo particular la hospitalidad y la participación en las penas de presos y desvalidos (v.1-3; cf.
Jua_13:34;
Rom_12:10;
1Te_4:9). Esa virtud de la hospitalidad, siempre laudable y necesaria, lo era mucho más en tiempos antiguos, cuando los viajes eran lentos y difíciles; de ahí la insistencia en ella de la Sagrada Escritura (cf.
Job_31:32;
Sab_19:13;
Mat_25:35;
Rom_12:13;
1Ti_3:2;
Tit_1:8), y el que aquí, para más encomiarla, se haga esa alusión a los ángeles (v.2; cf. Gen 18:1-19:22;
Jue_13:10-16). Sigue luego la exhortación a comportarse honestamente en el matrimonio, pues Dios no dejará de castigar a fornicarios y adúlteros (v.4; cf.
Mat_19:10;
1Co_6:9;
1Co_7:1-11;
1Te_4:4-6;
1Ti_5:14); y la exhortación al desprendimiento, con plena confianza en la Providencia divina, en apoyo de lo cual se traen a colación dos textos de la Escritura adaptados al respecto (v.5-y; cf.
Jos_1:5;
Sal_118:6).
A continuación se habla, sin especificar, de los pastores o jefes de la comunidad, cuya fe los destinatarios deben imitar (v.7). Se hace referencia especial al fin de su vida, como fin digno de una vida digna; es probable que tal modo de hablar sea una alusión al martirio o muerte por
la fe. En ese caso podríamos ver aludidos aquí el martirio de Esteban (cf.
Hec_7:59-60) y el de Santiago el Mayor (cf.
Hec_12:1-3), así como el más reciente de Santiago el Menor, muerto por los judíos, según sabemos por Josefo, hacia el año 62. La mención aquí de Jesucristo en calidad de siempre el mismo ayer y hoy y por los siglos (v.8), parece tratar de significar que los pastores o jefes de la comunidad, por respetables que sean, van desapareciendo; pero Cristo, objeto central de nuestra fe, permanece para siempre. Es posible, como creen algunos autores, que con esta expresión, más que aludir a la inmutabilidad de la naturaleza divina de Cristo, se aluda a la permanencia del
único sacrificio, en armonía con el una sola vez constantemente repetido (cf. 7:27; 9:12; 10:10). A ese Jesucristo, siempre el mismo, debemos nosotros permanecer siempre adheridos, sin dejarnos llevar de doctrinas extrañas, especulando sobre
alimentos, si lícitos o no lícitos, de que ningún provecho sacaron los que van por ese camino (v.9; cf. 9:9-10). Es ésta una alusión evidente al judaismo y a sus prácticas, de las que el autor quiere apartar totalmente a los destinatarios.
Insistiendo en
esa idea de permanencia en la fe, sin mezclas de judaismo, afirma resueltamente que
los cristianos tenemos un altar y un sacrificio, de que no pueden participar los judíos, y ese altar y ese sacrificio nos exigen romper totalmente con la sinagoga para seguir decididamente a Cristo (v. 10-15). Tal creemos ser la idea fundamental de esta historia, cuya interpretación concreta, sin embargo, de cada una de las frases no siempre es fácil. Una de las mayores dificultades está en la palabra
altar (???????????? ), del que se dice que no pueden
comer los que viven del tabernáculo (v.10). ¿Hay aquí una alusión a la eucaristía? Así lo creen muchos, insistiendo sobre todo en que no sólo se habla de
altar, sino de altar del que no pueden
comer los judíos. Pues bien,
los cristianos no tenemos otra comida litúrgica o sacrificial que la eucaristía. Sin embargo, es posible, y así opinan gran número de autores, que el término altar aluda simplemente a la inmolación en la cruz, que es de lo que se ha venido hablando en la carta, como contraposición a los sacrificios mosaicos (cf. 9:14.26; 10:10.14; 12:24). Ese sacrificio de Cristo en la cruz es el que los cristianos debemos seguir presentando continuamente a Dios en nuestras plegarias (v. 15; cf.
Sal_50:14-23;
Ose_14:3). Ni se ve dificultad en tomar el término comer en sentido metafórico,
con referencia a la participación en los frutos de ese sacrificio único de la cruz, frutos que a los cristianos nos bastan, sin tener necesidad de ir a buscar nada fuera. En cuanto a la expresión padeció fuera de la puerta (v.12), se trata de uno de tantos simbolismos a que nos tiene acostumbrados el autor de esta carta. Sabemos, en efecto, que en la fiesta del
Kippur o de la Expiación, a la que se ha aludido repetidas veces (cf. 9:7.25; 10:1.3), los cuerpos de los animales sacrificados,
cuya sangre servía al sumo sacerdote para poder entrar en el Santísimo, eran quemados
fuera del campamento (v.11; cf.
Lev_16:27), Y posteriormente fuera de la ciudad. Pues bien, Jesucristo, la verdadera víctima expiatoria, ha querido realizar en sí aquella prefiguración, siendo crucificado fuera de los muros de Jerusalén 444.
Consecuencia moral: A su ejemplo, salgamos también nosotros fuera del campamento (? .13), es decir, rompamos toda atadura con el judaismo, pensando que nuestra verdadera ciudad no es el judaismo, sino la Iglesia o Jerusalén celestial (v.14; cf. 12:22-24).
Hechas estas reflexiones en torno al sacrificio de la cruz, el autor añade que tampoco se olviden de las obras de beneficencia y ayuda mutua,
sacrificios (en sentido metafórico) muy agradables a Dios (v.16; cf.
Flp_4:18). Asimismo, que obedezcan dócilmente a sus pastores (v.17), y que rueguen por él, siempre deseoso de ayudarles honrada y desinteresadamente (v. 18-19; cf·
Rom_15:31).
Salados y bendición final,Rom_13:20-25.
20
El Dios de la paz, que sacó de entre los muertos, por la sangre de la alianza eterna, al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, 21
os haga perfectos en todo bien, para hacer su voluntad, cumpliendo en nosotros lo que es grato en su presencia, por Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 22
Os ruego, hermanos, que llevéis con paciencia este discurso de exhortación, porque en verdad os he escrito brevemente. 23
Sabe que ha sido puesto en libertad nuestro hermano Timoteo, en cuya compañía, si viniere pronto, os he de ver. 24
Saludad a todos vuestros pastores y a todos los santos. Os saludan los de Italia. 25
La gracia sea con todos vosotros. Amén. La carta ha llegado a su fin. Ante todo, una oración a Dios por los destinatarios, en forma de augurio, deseándoles la ayuda divina que les haga aptos para todo bien en el cumplimiento de su voluntad (v.20-21). Es de notar la expresión gran Pastor, aplicada a Jesucristo (v.20), de modo parecido a como lo hace también San Pedro (
1Pe_5:4; cf.
Eze_37:24;
Jua_10:11).
Vienen luego una recomendación a que reciban bien su carta (v.22) y una noticia sobre Timoteo (v.23), el conocido compañero y colaborador de San Pablo. De esta
prisión de Timoteo, a que aquí parece aludirse, no tenemos el más ligero indicio en ninguna otra parte. En caso de que se trate de verdadera prisión, ésa debió de ser muy breve, pues de ello no quedó huella alguna en la tradición.
En cuanto a los saludos (v.24), se ha discutido mucho el sentido de la frase los de Italia (?? ??? ??? ??????? ). Creen algunos que se trata de cristianos
oriundos de Italia, que vivían en el lugar desde donde se escribía la carta, por supuesto fuera de Italia. Sin embargo, la frase puede también interpretarse en sentido de
judío-cristianos residentes en Italia, desde donde se escribía la carta. Gramaticalmente nada hay que se oponga a esta interpretación, que ha sido la tradicional ya desde los Padres, y única aceptable, de no suponer que los destinatarios de la carta están en Italia.
Por fin viene la bendición o saludo final (v.25), idéntico al de muchas otras cartas paulinas (cf.
1Co_16:23;
Col_4:18;
2Te_3:18;
Tit_3:15). La gracia que se augura a los destinatarios
no es simplemente la gracia santificante, sino algo más general, síntesis de todos los favores divinos. Permítasenos que también nosotros, al final de este comentario, auguremos eso mismo para todos nuestros lectores.
362 Gong. Trid. (Dz. 784) y Vatig. I (Dz. 1787). 363 Cf. sobre todo el cap. 36:1-5. 364 Cf. Epist. ad Corinth. 36:2-5. 365 Cf. Vis. 2:3:2, y 3:7:2; San Justino,
Dial 33. 366 Cf. Euseb., Hist.
Eccl 6:14: PG 20:549. 367 Cf. Euseb., Hist.
Eccl 6:25: PG 20:584. 368 Cf.
Ench. Bibl 1-7. 369 Cf. Euseb., Hí'st.
Eccl 6:20: PG 20,573; San Jerónimo,
De vir. ill 59: PL 23:669. 370 Cf. Tert.,
De pudic. 20: PL 2:1021; Greg. Elib.,
Tract. de lib. S.
Script., ed. ba-Tiffol (cf. Rev. Bibl. 8 [1899] 278-283.) 371 Este canon fue editado por th. Mommsen en Hermes 21 (1886) 144ss, y 25 (.1090; 6-6ss. Cf.
Inst. Bibl I (Roma 1933) P-194-195 n.140. 372 Cf. De doctr. christ. 2:8: PL 34:41; De civ. Dei 16:22: PL 41:500; De pecc. mentís 373 Cf. Denz. 92. En el concilio de Cartago de 419 se habla ya simplemente de Epístolas de Pablo, catorce. 374
Ad Dard. epist. 129:3: PL 22:1103. 375 Damos el texto íntegro del decreto: A las siguientes dudas propuestas, la Pontificia Comisión Bíblica decretó responder así: I. Si se debe conceder a las dudas que acerca de la inspiración divina y origen paulino de la carta a los Hebreos asaltaron los ánimos de algunos en Occidente durante los primeros siglos por abuso principalmente de los herejes tanta fuerza que, atendiendo a la perpetua, unánime y constante afirmación de los Padres orientales, a la cual se une después del siglo iv el consentimiento pleno de toda la Iglesia occidental; y consideradas las intervenciones de los Sumos Pontífices y sagrados concilios, especialmente del Tridentino, así como el perpetuo uso de la Iglesia universal; sea lícito poner en duda que dicha carta debe ser contada ciertamente no sólo entre las canónicas lo cual es de fe definida , sino también entre las genuinas del apóstol Pablo. Resp. Negativamente. II. Si los argumentos que suelen sacarse de la insólita ausencia del nombre de Pablo y de la omisión del acostumbrado exordio y saludo en la carta a los Hebreos, o bien de la pureza de su griego y de la elegancia y perfección de su lenguaje y estilo, o del modo como en ella se alega el Antiguo Testamento y se argumenta de él, o por algunas diferencias que se pretende encontrar entre la doctrina de ésta y la de las otras cartas de San Pablo, debilitan en alguna manera el origen paulino de la misma; o si más bien la perfecta concordia en la doctrina y en las expresiones, la semejanza en los consejos y exhortaciones, así como la coincidencia de expresiones y palabras reconocidas incluso por algunos acatólicos que se observan entre ella y los demás escritos del Apóstol de las Gentes, corroboran y confirman su origen paulino. Resp. Negativamente a la primera parte y afirmativamente a la segunda. III. Si de tal manera se ha de considerar el apóstol Pablo autor de esta carta, que se deba necesariamente afirmar no sólo que la escribió y expresó todo bajo la inspiración del Espíritu Santo, sino que incluso le dio la forma que hoy presenta. Resp. Negativamente, salvo el juicio ulterior de la Iglesia. 376 Cf. Saint Paul.
L'építre aux Hébreux vol.i (París 1952) p.ióó. 377 Gf. Clem. Alejandrino, en euseb., Hist.
Eccl. 6:14: PG 20:549; tert.,
Depudic, 20: PL 2:1074. 378 Entre los críticos que sostienen que los destinatarios de la carta son predominantemente étnico-cristiano o cristianos en general, prescindiendo de su origen judío o gentil, podemos mencionar a H. von Soden, J. Moffat, H. Windisch, A. Oepke. A esta opinión se inclina también el P. Dubarle, que busca los destinatarios entre las comunidades cristianas de Ga-lacia (cf. A. M. dubarle,
Rédacteur et destinataires de l'építre aux Hébreux: Rev. Bibl. 48 [1939] 506-529). 379 Cf. C. Spicq.,
L'Epítre aux Hébreux, ApoZos,
Jean-Baptiste, les
Hellenistes et Qumrán: Rev. de Qumrán, 3 (1959) 365-390. 380 No queremos dejar de advertir que entre los críticos, en contra de lo que acabamos de exponer, prevalece la opinión de retrasar la composición de esta carta hasta fines de siglo. No más tarde, pues reconocen que es ya utilizada por Clemente Romano hacia el año 95. Sin embargo, no todos piensan así. Escribe, por ejemplo,
Héring: Aunque la destrucción del Templo no impidió el que los Rabinos siguiesen discutiendo sobre detalles del culto, la ausencia de toda mención de esta catástrofe en nuestra carta nos hace por lo menos inclinar, junto con Reuss, Westcott, Spicq y muchos otros, hacia una fecha un poco anterior al 70 (J. héring,
L'Epítre aux Hébreux [París 1954] p.ij). En efecto, no juzgamos creíble que el autor de la carta, que tanto insiste en el carácter provisorio del culto mosaico, omitiese sacar partido para su tesis del cese de ese culto en el año 70. Además, pasado el año 70, toda esa polémica sobre culto mosaico y culto cristiano parece estar sonando en el vacío, perdida toda actualidad. Es cierto que el autor de la carta, al dar detalles del culto, más que contemplar el del Templo, parece estar contemplando el del Tabernáculo mosaico, pero ello es debido probablemente no a otra razón, sino a que quiere hacer resaltar el carácter
divino de esas disposiciones cultuales, no obstante ser transitorias, al igual que hace con las citas bíblicas, evitando nombrar los autores humanos (cf. 2:6; 4:4). 381 Cf. C. Spicq, art.
Paul: Hébreux (Epítre aux): Dict. Bibl. Suppl. vol. VII, col. 230. 382 Cf. L. Vaganay,
Le plan de ? Epítre aux Hébreux: Mem. Lagrange (París 1940). 383 Cf. A. Vanhoye,
La structure litteraire de l'Epítre aux Hébreux (Bruges 1963). En Manual Bíblico, IV (Madrid 1964) p. 260-264, se transcribe detalladamente el esquema de A. Vanhoye. 384 Cf. J. Schierse, Verheisung und Heilsvollendung. Zur theol. Grundfrage des He-brderbriefes (Münchem 1955). 385 Cf. Rev. Bibl. 28 (1919) p.202, al reseñar la obra de H. windisch,
Der Hebraer* brief (Tübingen 1913). 386 Cf. C. Spicq, o.c., col. 229. 387 Cf. F. V. Filson, Yesterday. A Study of Hebrews in the Light of Chapter 13 (Lon-don 1966). 388 A esta opinión se inclina /.
Héring, quien concreta así su posición: A los cap. 1-12, que eran el texto de una homilía, su autor añadió después los versículos 1-21 del cap. 13, que son una especie de carta, y que fue enviada a los destinatarios junto con la homilía. En cuanto a los vv.22-25 de ese mismo c.13, parece que constituyen un post-scriptum, que puede proceder incluso de la pluma de otro autor, sin que haya nada que impida suponer que este autor sea Pablo, el cual habría aprovechado la ocasión para dar así una especie de marchamo apostólico al escrito de su amigo y discípulo Apolo (J. héring,
L'épitre aux Hébreux [París 1955] p.121 y 126). 389 Cf. J. Jeremías,
Der Opfertod Jesu Christi (Stuttgart 1963). 390 Cf. G. spicq,
Le Philonisme de l'Epitre aux Hébreux: Rev. Bibl. 56 (1949) 542-572 Y 57 (195o) 212-242; ídem,
Alesandrismes dans VEpítre aux Hébreux: Rev. Bibl. 58 (1951) 481-502. 391 Cf. J. Coppens, Les affinités qumrániennes de l'epítre aux Hébreux: Nov. Rev. theol. 84 (1962) 128-141 y 257-282; H. Braun, Qumrán und das Neue Testament (Tübingen 1966); Y. Yadin, The Sea Scrolls and the Epistle to the Hebrews: Aspects of the Dead Sea Scrolls. Scripta Hierosolimitana, IV (Jerusalem 1957) P-36-55- 392 Gf. C. spicq, L'origine johanique de la conception du Christ-préte dans l'építre aux Hébreux: Mél. M. Goguel (París 1950) p.258-269; M. Perella, De verbo manere apud Joannem: Div. Thom. (1937) 159-171; R. Gyllenberg, Die Anfange der johanneischen Tradition: Neut. St. für R. Bultmann (Berlín 1954) p. 144-147. 393 Cf. L. Pirot, art.
Hébreux (L'epítre aux
): Dict. Bibl. Suppl., vol. III, col. 1432-1436. 394 Parece que tampoco Jesucristo se dio nunca a sí mismo el título de sacerdote. Ello es fácilmente explicable, dado que en la concepción de sus contemporáneos el sacerdocio se transmitía hereditariamente y con sujeción a determinados ritos externos de purificación (cf.
Exo_21:1-35;
Lev_8:1-36), y Jesús ni era de la tribu de Leví ni se había sometido a ningún rito externo de purificación o consagración. Proclamarse sacerdote hubiera sido algo extraño e ininteligible. Y si evitó llamarse Mesías (cf,
Mat_16:20;
Luc_4:41), más delicado todavía hubiese sido el llamarse sacerdote. Este título habría de venirle más bien como fruto de reflexión teológica, cosa que hace precisamente el autor de la carta a los Hebreos. 395 El único texto veterotestamentario en que se alude directamente a la condición sacerdotal del Mesías es el de
Sal_110:4. Este Salmo suele ser considerado como de David, aunque no faltan autores que rebajan la fecha hasta la época de los Macabeos (cf. J. alonso,
Cómo y cuándo entró en la línea del mesianismo clasico el aspecto sacerdotal: Est. ecl.
25 (1966) 283-298). Parece que en los tiempos de Cristo, al menos dentro de ciertos círculos judíos, estaba extendida la creencia de un Mesías-sacerdote, como lo demuestran ciertos textos de Qumrán, que hablan del Ungido de Aarón y de Israel (G D XII, 23; XIX, 10; 125, IX, io-n), y el Testamento de los XII Patriarcas (cf.
Test. Lev, ? ,? -7; 8:1-19; 17,i-n; 18:1-14;
Test. Jud. 24, i-6). A veces, parece incluso que suponen dos personajes distintos: el Mesías
sacerdotal, de la tribu de Leví, y el Mesías regio, de la tribu de Judá. Los mismos textos profetices podían dar pie para este desdoblamiento (cf.
Jer_33:17-22; Zac 3i-4,14)· 396 Cf. E. M. Esteve, De caelesti mediatione sacerdotali Christijuxta
Heb_8:3-4 (Madrid 1949); Theod. da Gastel S. Pietro, II sacerdocio celeste di Cristo nella lettera agli Ebrei: Gre-gor. 39 (1958) 319-334; A. Vanhoye, De aspectu oblationis Christi secundum epist. ad Hebr. Verb. Dom. 3? Ü959) 32-38. 397 En este sentido, escribe el P. Prat: En el momento en que Jesús expira, todo ha sido consumado: inmolación, ofrenda, aspersión de la sangre, derecho de entrar en el cielo. Los partidarios del sacrificio celeste olvidan esto (P. prat,
La theologie de S.
Paul, I [París 1934] 456). En la misma línea, y no sin cierto humorismo, escribe W. Leonard: El Cristo entronizado no ofrece sacrificio en el cielo, pues el estar sentado (cf. 8:1) no es postura propia de un sacerdote ministrante (W. leonard,
Verb. Del. Com. a la S. Escritura IV [Barcelona 1959] 388-389). 398 Cf. M. Meinertz,
Teología del Nuevo Testamento (Madrid 1963) p-499- 399 Como dice L. Sabourin, la presencia de Cristo con sus llagas gloriosas (cf.
Jua_20:24-29;
Rev_5:6) recuerda constantemente al Padre la obra realizada en la tierra, prolongando sus efectos hasta la eternidad (L. sabourin, Los nombres
y títulos de Cristo [Salamanca 1965] 203). En el mismo sentido se expresa A. Vanhoye, refiriéndose a
Heb_2:17, donde encontramos el término expiar (?????????? ) en presente
durativo, no en aoristo, lo cual indica que el autor no está aludiendo al sacrificio mismo del Calvario, sino a la acción de Cristo entronizado. Cierto, añade Vanhoye, que este poder perdurable de borrar pecados
pende de su sacrificio, pero <'no debe confundirse con el sacrificio, sino que es la
eficacia perpetua de ese sacrificio, señalada frecuentemente en la carta:
Heb_7:25;
Heb_9:14.24;
Heb_10:19.21 (A. vanhoye,
Thema sacerdotii praeparatus in Hebr. 1:1-2:18: Verb. Dom. 47, 1969, 296). 400 cf. C. Spicq,
La theologie de deux Alliances dans Vépítre aux Hébreux: Rev. des Se. phlí. et theol. 33 (1949) 15-30. 401 últimamente el P. C.
de Villapadierna ha propuesto una interpretación con que cree evitar esos inconvenientes de cambios de significado en una misma palabra dentro del mismo contexto. Dice que, de modo parecido a
Gal_3:15-17, se trataría simplemente de una comparación, no de afirmar que esa alianza nueva, de que se viene hablando, sea un testamento. La idea sería ésta: Así como un testamento presupone la muerte del testador para entrar en la posesión de la herencia,
del mismo modo la nueva economía religiosa implica la muerte del mediador para participar de los bienes prometidos a su acción sacerdotal y sacrificial (cf. C. de Villapadierna,
La diatheque en Hebr. 9:16-17.
Intento de solución: Natur. y grac. 10, 1963, p.57-80). Sin embargo, todo en el contexto bíblico da la impresión de que el autor no trata de comparar, sino de argüir:
Porque. es preciso. pues. por donde., lo que nos lleva a decir que es a esa misma alianza a la que llama testamento. Sobre el significado de ??????? , particularmente en el mundo bíblico, cf. L. G. da fonseca,
Diazeke, foedus an testamentum?: Bibl. 8 (1927) p.31-so.161-181.290-319.418-441; 9 (1928) p. 6-40.143-160. Digamos, en general, que
diazeke es el término griego por el que los LXX tradujeron el hebreo
berith (= alianza), a pesar de que en el griego helenístico este término de
diazeke significa más bien testamento. No es fácil saber por qué los LXX tradujeron el hebreo berith por el griego
diazeke (= testamento), y no por ??????? que era el término griego usual para indicar un pacto o alianza. Quizás se deba a que trataban de atenuar el carácter de
bilateralidad que indicaba el término
sunzeke, y así hacer resaltar que la alianza de Dios con Israel, más que un pacto entre dos, era
obra gratuita de Dios, de mcdo parecido a como son obra gratuita los bienes de un testamento. De las 30 veces que aparece
diazeke en el Nuevo Testamento, lo normal es que tenga también sentido de alianza, igual que en los LXX (cf.
Hec_7:8;
Rom_11:27;
2Co_3:6;
Heb_8:8.); pero a veces, como en
Heb_9:16-17, tiene más bien sentido de testamento, es decir, sentido que pudiéramos llamar profano, en contraposición al sentido de alianza, que pudiéramos llamar bíblico. 402 Gf. vat. II, Gonst.
Lumen gentium, n.io-ii. 403 La razón de esta insistencia del cristianismo primitivo en hacer notar la superioridad de Cristo sobre los ángeles, parece ser debida a la enorme importancia que se atribuye a los ángeles en las concepciones religiosas de aquel tiempo, ? faltando quienes incluso les daban culto (cf. Gol 2:18). Nótese que se dice
hecho tanto mayor., es decir, no se trata simplemente de que Cristo pasa de la tierra al cielo, una vez realizada la purificación de los pecados (v-3), sino que se incluye cierta transformación en la persona misma del realizador de esa purificación. Es la transformación que lleva consigo la resurrección, al dejar Cristo su condición humilde y pasar a la esfera divina. 404 En el texto hebreo no parece que haya alusión a los ángeles, espíritus celestiales, sino simplemente a los vientos y relámpagos, que son considerados como mensajeros de Yahvé. La traducción sería: Tienes por mensajeros a los vientos, y por servidores llamas de fuego. Los LXX tradujeron el hebreo
male akim (~ mensajeros) por ??????? en sentido, a lo que parece, de espíritus celestiales. Es el sentido en que se toma en la carta a los Hebreos. 405 Tratándose, pues, de Jesucristo, el término Dios puede con todo derecho tomarse en su sentido obvio y natural (cf. v.3); en cambio, tratándose del personaje directamente aludido, más bien habrá de tomarse en sentido amplio e hiperbólico, como en otras ocasiones (cf.
Exo_7:1;
1Sa_28:13;
Sal_8:6;
Sal_58:2). También el texto hebreo del salmo usa la palabra
Elohim; ni vemos razón (cf.
Isa_9:5) para suprimir esa palabra en el v.7 y sustituirla por
Yahvé en el v.8, conforme hacen no pocos críticos modernos, movidos en gran parte por la preocupación de excluir el título de Dios como atributo del Mesías. 406 El verbo irocpappéco, que traducimos por deslizar se emplea con frecuencia en la literatura griega profana hablando de naves que, empujadas por los vientos, no logran alcanzar el puerto en el que estaban a punto de entrar. En el Nuevo Testamento sólo aparece en este lugar. El empleo es metafórico, y se aludiría al peligro de perder el camino de entrada en el puerto de salud. Ese camino es la fe. 407 Es curiosa, com , ya hicimos notar en la introducción, la manera de citar la Escritura: Ya lo testificó alguien en cierto lugar. La misma fórmula encontramos luego en 4:4. 408 El término ángeles es de la versión de los LXX, que es de donde está tomada la cita. En el texto hebreo se Ise
Elohim (= Dios). En el fondo, el sentido no cambia. 409 En lugar de gracia de Dios (?????? ???? ), algunos códices y escritores antiguos, particularmente entre los nestorianos, leen xcopis ????
(sin Dios). Probablemente se trata de una glosa, que luego entró en el texto, con la que se pretendía advertir al lector sobre la impasibilidad de Cristo como Dios, quizá con alusión al grito de Cristo en la cruz quejándose del abandono por parte de Dios (cf. Me 15:34). 410 El término autor corresponde al griego ??????? , que también podría traducirse por guía o caudillo. Aquí, igual que en
Hec_3:15, a cuyo comentario remitimos, preferimos la traducción de autor. 411 La primera cita pertenece al salmo 22, del que también los evangelistas toman expresiones que aplican a Jesucristo (cf.
Mat_27:46;
Jua_19:28). Creen algunos autores que se trata de textos directamente mesiánicos. Parece, sin embargo, a poco que nos fijemos en el contexto, que el salmista no se refiere al Mesías, sino en general al justo perseguido, concretado muchas veces en la persona del mismo salmista. Es el mismo caso de los salmos 69 y 109, citados en
Hch_1:20. Con todo, no por eso, como entonces explicamos, ha de excluirse todo sentido mesiánico. Esas frases del salmista, aunque dirigidas al justo perseguido en general y a sus numerosos enemigos, van en la intención de Dios hasta el Mesías y sus también numerosos enemigos. De ahí que a veces, como en el salmo 21, haya expresiones que en toda su amplitud difícilmente podrán aplicarse a otro que no sea el Mesías. Mayor dificultad presenta, en cuanto a su sentido mesiánico, la cita de Isaías. En el contexto del pasaje profetice vienen esas palabras, después de habernos pintado el profeta con los más vivos colores la próxima invasión asiría. El Señor había mandado a Isaías que pusiera a sus dos hijos los nombres de
Sear-Jasub y
Maher-salal-jas-baz, nombres simbólicos con referencia a esa próxima invasión. El pueblo no hacía caso de estas amenazas de Yahyé y, más que de ellas, se preocupaba de buscar alianzas y de consultar adivinos. En ese ambiente o estado de cosas, Isaías dice que seguirá esperando en Yahvé, y que él y los dos hijos que le dio el Señor, como presagio de lo que había de acaecer a Israel, seguirán a vista del pueblo, y así sabrán todos la suerte que les espera. ¿Qué tiene que ver todo esto con la aplicación a Jesucristo, que hace la carta a los Hebreos? Realmente, la cita es desconcertante. Quizá sea la mejor solución, suponer que en la intención de Dios esa situación de Isaías era como tipo o figura de la del Mesías. También éste, rodeado de un pueblo que no hace caso de sus palabras, pone su confianza en el Padre y presenta ante el mundo a los discípulos que le dio, a quienes no tiene inconveniente en llamar hijos (cf. Jn 13:33-17:26). 412 Esto es lo que significa la expresión sangre y carne (v.14), de frecuente uso en la Escritura (cf.
Mat_16:17;
1Co_15:50;
Gal_1:16;
Efe_6:12). 413 Omitimos recoger la idea del v.16, pues en realidad no añade nada sustancial al razonamiento de la perícopa, y es además un versículo de difícil interpretación. El término griego ?????????????
(coger sobre sí), que, apoyados en el contexto, hemos traducido por socorrió, por otros es traducido asumió, con referencia a que Jesucristo no tomó la naturaleza angélica, sino la humana. Y aún hay otra tercera interpretación, que es la de una versión siríaca:
la muerte (v.15) no dominó sobre los ángeles, quienes, por tanto, no la temen, como hacen los hombres., sino sobre la descendencia de Abraham. En cuanto a la expresión descendencia de Abraham (????????? ?????? ), notemos también su dificultad; pues parece obvio suponer que el autor de la carta intenta incluir a todos los hombres. Claro que, con la segunda de las interpretaciones aludidas, desaparecería en gran parte la dificultad, pues Cristo es de raza judía (cf.
Mat_1:1;
Rom_9:5). Quizá la maneía de salvar la expresión descendencia de Abraham, incluso en las otras interpretaciones, sea dándole el sentido amplio que tiene en
Rom_4:16 y
Gal_3:29. 414 Con esos dos títulos misericordioso y fiel el autor anuncia ya con anticipación lo que va luego a desarrollar en 4:15-5:19 y 3:11-4:16. Es uno de sus procedimientos o técnicas de composición, que suele usar en la carta (cf. 5:9 10; 10:38-39; 12:14). 415 Cf.
Eneida 1:630: Non ignara mali miseris succurrere disco*. 416 Es de advertir que es éste el único lugar del Nuevo Testamento en que se da a Cristo el título de
apóstol. La idea, sin embargo, no tiene nada de extraño, pues es normal hablar de que ha sido
enviado por el Padre para llevar a cabo la obra de nuestra salud (cf.
1:2; Rom_8:3;
Gal_4:4;
Mat_10:40;
Jua_3:17). En cuanto al título de pontífice, es título que se le da frecuentemente en esta carta (cf. 2:17; 4:14; 5:5; 6:20; 7:26; 8:1; 9:11; 10:21). Juntando ambos títulos en una misma persona, claramente se da a entender que Cristo concentra en sí dos oficios, el de Moisés y Aarón, que en la antigua alianza existían separados. Notemos también las expresiones hermanos santos y vocación celeste, a las que conviene añadir alguna explicación. El apelativo hermanos santos, para designar a los cristianos, es exclusivo de este lugar (y una variante en
1Te_5:27) en todo el Nuevo Testamento. Sin embargo, por separado, hermanos o santos, era designación muy corriente (cf.
Hec_9:13;
Hec_11:26). Con la expresión vocación celeste se alude, sin duda, a la vocación o llamada a la fe; llamada que muy bien puede decirse celeste (?????????? ), pues viene del cielo y conduce al cielo (cf.
Efe_1:3;
Flp_3:14;
Jua_6:44). La profesión que todos hacemos de una misma fe es llamada nuestra confesión (v.1). 417 La cita, como de costumbre, está hecha conforme a la versión griega de los LXX. Es sabido que dicha versión, y consiguientemente también la cita de esta carta (cf. v.8), en lugar de los nombres propios
Meribah y Massah. como están en el texto hebreo, da su traducción etimológica (rebelión y tentación respectivamente), cual si fueran nombres comunes. El sentido, para lo que ahora interesa en la carta, no queda afectado. Notemos también que en el v.10 la cita está hecha con cierta libertad, cambiando la puntuación y añadiendo un por lo cual, sin duda para que resalte más que Dios fue justo en su ira y en su castigo. Tampoco aquí el sentido queda afectado sustancialmente. 418 Esta manera de hablar no supone que el autor de la carta admita la distinción sustancial entre alma (???? ) y espíritu ??????? términos que ya hemos explicado en otras ocasiones (cf.
1Te_5:23); es simplemente un modo de decir para indicar que penetra hasta lo más íntimo del ser humano, sin que haya nada que pueda escaparse a su influjo. La misma idea se expresa con la comparación siguiente: hasta las coyunturas y la medula, que es lo más interno y sutil del compuesto corpóreo. 419 Advirtamos que, aunque era personalmente impecable, no por eso era extraño a los pecados de los hombres, de los cuales aparece como revestido y responsable. Las expresiones de San Pablo a este respecto no pueden ser más atrevidas: le hizo pecado por nosotros., haciéndose por nosotros maldición (
2Co_5:21;
Gal_3:13). 420 Cf. E. Rasco, lí oración sacerdotal de Cristo en la tierra según
Heb_5:7 : Greg. 43 (1962) 723-755· 421 En el Nuevo Testamento, el significado ordinario de ???????? , de donde el adjetivo ??????? , es el de
precaución para no peca',, respeto religioso, temor de Dios, piedad (cf. 11:7; 12:28;
Lev_2:25;
Hec_2:5;
Hec_8:2;
Hec_22:12). La palabra, de suyo, puede también significar
temor o
miedo, que es el significado que los autores arriba aludidos quieren darle en este pasaje de la carta a los Hebreos, suponiendo que la frase es elíptica: escuchado (y liberado) del temor. Sin embargo, nada hay que aconseje esa elipsis; tanto más, que en ningún otro lugar del Nuevo Testamento la palabra aparece con el significado de
temor. 422 Es impresionante ese recuento de experiencias y dones con que es favorecido el cristiano:
iluminación, con probable alusión al bautismo, pasando del reino de las tinieblas al de la luz (cf.
Efe_5:8-14);
don celestial, delicias y seguridades de la vida de gracia, probablemente con alusión especial a la eucaristía, que es pan bajado del cielo (cf.
Jua_6:33) y del que gustamos todos (cf.
1Co_10:17);
participación del Espíritu Santo, tanto en sus clones habituales (cf.
Hec_2:38;
Hec_8:17,
Rom_5:5) como a veces en los extraordinarios (cf. 1 Cor 12, ii;
Gal_3:5);
hermosura de la palabra de Dios, la buena nueva del Evangelio, con sus promesas y_sus consuelos;
prodigios del siglo venidero, serie de milagros que acompañaban la predicación del Evangelio y que afianzaban la verdad de la nueva economía (cf. 2:4), es decir, la economía venidera o mesiánica (cf. 2:5).La expresión crucificando para sí mismos al Hijo de Dios y poniéndole en ludibrio (??????? ;??????? ??????? ??? ???? ??? ???? ??? ?????????????????? ) parece significar que los apóstatas muestran con su proceder que, en lo que está de su parte, consienten con los que le crucificaron. 423 Esta es la explicación que juzgamos más fundada. Sin embargo, es de notar que bastantes Padres, y modernamente todavía algunos autores, dan otra interpretación muy distinta: se trataría de
imposibilidad para recibir un segundo bautismo, que para los cristianos es único y no puede repetirse. Desde luego, esto es verdad; pero nada hay en el texto que aconseje esa interpretación, ni vemos por qué el autor iba a insistir en una cosa que a buen seguro era de todos conocida. 424 La expresión detrás del velo, que aquí tiene sentido figurado, está tomada de la disposición de las cosas en el santuario mosaico (cf.
Exo_26:33), símbolo del santuario celeste (cf. 9:23-24). 425 Unánimemente se admite hoy que Salem, de donde era rey Melquisedec, se identifica con Jerusalén, llamada
Uru-salim en los documentos de El-Amarna (s.xiv a. C.). La identificación con
Salim (cf.
Jua_3:23), propuesta por San Jerónimo y algunos otros autores antiguos, ha sido abandonada. 426 El título Dios
altísimo es empleado en la Biblia para designar al verdadero Dios, tanto de los hebreos (cf.
2Sa_22:14) como de los gentiles (cf.
Num_24:16); ese ser que es infinitamente superior a todas las cosas creadas. 427 Es sabido que en torno a la figura de Melquisedec se formaron luego muchas leyendas, lo mismo entre los judíos que entre los cristianos. No faltaron sectas herejes que le consideraron como un ser supraterreno, manifestación sea del Logos, sea del Espíritu Santo. 428 Entre los judíos era axiomática la grandeza de Abraham, y tenían como máxima gloría el ser hijos de Abraham (cf.
Jua_8:33;
Rom_4:1). 429 No todos los descendientes de Leví eran sacerdotes, sino sólo los que procedían de la rama de Aarón; los otros, llamados levitas, estaban destinados a servicios subalternos del templo (cf.
Exo_28:1-3;
Num_3:1-39). 430 La frase griega ??? ?? ???????? , que nosotros, con la generalidad de los autores modernos, hemos traducido por el adverbio
perfectamente, otros la traducen por
para siempre. Es el sentido en que la toma la Vulgata (in perpetuum) y las versiones coptas y siríaca; se aludiría a la salud
eterna de la gloria. Sin embargo, preferimos la traducción de
perfectamente, en contraposición al poder del sacerdocio levítico y de la Ley, que nada podían llevar a la perfección (cf. v. 11.19). Cristo, al contrario, puede llevarnos hasta una salud perfecta, es decir, íntegra y completa; salud, por lo demás, que difícilmente podría denominarse perfecta, si no fuese
eterna. Ambos sentidos, pues, sustancialmente coinciden. 431 La expresión más alto que los cielos (?????????? ??? ??????? ????????? ) la interpretan muchos con referencia a su ascensión a los cielos, donde se sentó a la diestra del Padre (cf. 1:3; 4:14)· Incluso interpretan también en ese sentido la expresión apartado de los pecadores (???????????? ??? ??? ????????? ), pues fue en la ascensión al cielo cuando rompió todo contacto y quedó totalmente separado de este mundo de pecados. Sin embargo, parece que el contexto está pidiendo separación o distanciamiento en el
orden espiritual, igual que con los adjetivos santo, inocente, inmaculado. Con todo, eso no excluye que, particularmente en la expresión más alto que los cielos, el autor no tenga ante la vista la escena de la ascensión, a la que daría cierto valor simbólico, considerándola como expresión sensible de la distancia entre Jesucristo, el sumo sacerdote de la nueva alianza, y los pecadores. 432 Esta alusión que el autor hace a los pontífices (????????? ) de la antigua Ley plantea una dificultad, a la que queremos aludir. En efecto, sabemos que entre los judíos se ofrecían cada día sacrificios, conforme estaba preceptuado en la Ley (cf.
Exo_29:38-42;
1Cr_16:40; Esdr 3:3); pero estos sacrificios
cotidianos no solía hacerlos personalmente el sumo sacerdote, sino otros sacerdotes, para lo que estaban divididos en varias clases o turnos (cf.
Lev_1:8-10). Además, tales sacrificios no se ofrecían específicamente por los pecados del sumo sacerdote, como aquí manifiesta el autor. Todo da la impresión de que el autor de la carta a los Hebreos se está refiriendo a los sacrificios que el sumo sacerdote judío debía ofrecer en el gran día del
Kippur o Expiación, primero por los propios pecados y luego por los del pueblo (cf. 9:7;
Lev_16:6-16). Pero la dificultad está en que estos sacrificios se ofrecían sólo una vez al año; ¿cómo, pues, explicar la expresión cada día? La respuesta no es fácil, y se han propuesto muchas soluciones. Lo más probable es que ese cada día tenga sentido genérico y venga a equivaler más o menos a
continuamente, con incesantes repeticiones. Tanto más que los mismos sacrificios de los otros días, fuera del
Kippur, eran como reflejo y prolongación de los del
Kippur, los más solemnes de todos, y estaban como señalando la necesidad de repeticiones. 433 Algunos autores, siguiendo a San Cirilo de Alejandría, interpretan este santuario celeste, donde Cristo ejerce sus funciones de sacerdote, no de los cielos, sino de
la Iglesia en general, la Jerusalén de arriba (cf.
Gal_4:26), considerada como algo que está fuera de la esfera terrestre del mosaísmo. No vemos apoyo alguno sólido a esta interpretación. 434 Este santuario es denominado verdadero (???????? , v.a), como dando a entender que es el realmente auténtico y genuino, al que todos los demás deben de una u otra manera hacer referencia (cf.
Jua_1:9). La razón alegada, de por qué no puede estar en la tierra (v.4), se refiere a que Jesucristo pertenecía a la tribu de Judá, no a la de Leví (cf. 7:13-14), y Dios había instituido un sacerdocio reservado a los descendientes de Leví. No había por qué crear uno distinto. Ya había quienes ofreciesen sacrificios según la Ley. 435 Llama la atención que el autor de la carta a los Hebreos ponga el altar de los perfumes, no en el Santo, como dan claramente a entender los textos del Pentateuco, sino en el Santísimo (v.4). Se han dado diversas explicaciones. Algunos autores creen que se trata sencillamente de que el autor de la carta a los Hebreos sigue una tradición litúrgica diferente. Algo parecido a lo que sucedería con algunos textos del discurso de San Esteban (cf.
Hch_7:4.6.16). Otros creen que lo que se trata de indicar no es que el altar de los perfumes estuviese en el Santísimo, sino que
litúrgicamente pertenecía al Santísimo, aunque estuviese en el Santo, pues estaba íntimamente ligado a la liturgia del día del
Kippur. que se desarrollaba en el Santísimo (cf.
Exo_30:10). Por fin, otros suponen que se trata, no del altar de los perfumes, sino del
incensario que el sumo sacerdote tenía en la mano cuando entraba en el Santísimo en el solemne día del
Kippur (cf.
Lev_16:12). Dejamos al lector que siga la opinión que juzgue más acertada. 436 Parece que el arca, lo más solemne del santuario mosaico, desapareció en la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor en 586 a. G. Piadosas tradiciones judías retenían que había sido escondida (cf.
2Ma_2:4-7). Sabemos que, cuando Pompeyo entró en Jerusalén en el año 63 a. G., penetró audazmente hasta el Santísimo y sólo halló
vacuam sedem et inania arcana (Tác.,
Hist. 5:9). Según la Mishna
(Joma 5:2), en el lugar donde antes había estado el arca, existía una piedra de tres dedos de alta, sobre la que el sumo sacerdote colocaba el incensario cuando entraba allí en el solemne día del
Kippur. Sobre qué es lo que contenía el arca, el autor de la carta a los Hebreos pone tres cosas: maná, vara de Aarón, tablas de la alianza (v.4). Esto se refiere a los tiempos de Moisés; pues en la época de los reyes ya sólo contenía las tablas de la Ley (cf.
1Re_8:9). Es posible que el resto desapareciera en la agitada época de los Jueces (cf.
1Sa_4:6). 437 En este contexto, la expresión tiempo presente (v.7) alude claramente a la época de Ineconomía mosaica o de preparación, en contraste con la época mesiánica o de la sustitución (v.10), que suele ser denominada tiempo futuro (cf. 2:5; 6:5). No se trata, pues, de sentido
tipológico en orden a la economía cristiana, sino de sentido
parabólico en orden a los judíos de entonces, y en general a los hombres todos, sobre la naturaleza de la antigua alianza, imperfecta e ineficaz. 438 Así interpretamos, siguiendo a la mayoría de los autores modernos, la expresión a través del tabernáculo mejor y más perfecto (??? ??? ???????? ??? ??????????? ?????? ). Este tabernáculo, que corresponde teóricamente al Santo o primera estancia del santuario mosaico, serían los cielos en sus
regiones inferiores, hablando al modo entonces corriente (cf.
2Co_12:2). Atravesando esas regiones, Cristo llega al cielo empíreo, donde mora Dios. Algunos autores, siguiendo a Cayetano y Cornelio a Lapide, interpretan tabernáculo como equivalente de Iglesia
fundada por Cristo antes de subir al cielo. Esta Iglesia sería el verdadero Santo, que da paso para el Santísimo, es decir, para el cielo. Otros, siguiendo a San Juan Grisóstomo, creen que el término tabernáculo está aquí tomado como equivalente de
cuerpo o
humanidad de Cristo, dando a ??? sentido de instrumentalidad. La expresión sería prácticamente sinónima de por su sangre (v.12). últimamente el P. A. Van-hoye, precisando más la sentencia del Grisóstomo, dice que no se trata simplemente del cuerpo de Cristo, al que no sería fácil aplicar que no era de esta creación (v.1i), sino del cuerpo
resucitado, entendido en toda la profundidad y extensión de su misterio. Creemos que todas estas interpretaciones carecen de apoyo sólido en el texto. 439 La expresión en virtud de un espíritu eterno (??? ????????? ??????? , ? . 14) no es clara. Algunos creen que es una alusión al Espíritu Santo, que movía a Cristo en sus acciones (cf.
Mat_4:1;
Mat_12:28) y que tan importante papel desempeña en la vivificación de la humanidad inaugurada en la resurrección de Cristo (cf.
Rom_1:4;
Rom_8:9-11). Incluso hay códices, y también la Vulgata latina, que tiene Espíritu Santo en vez de espíritu eterno. Sin embargo, parece más probable que sea una alusión a la naturaleza divina, de la cual Cristo participa, lo que da un valor infinito a su sacrificio. En cuanto a la expresión obras muertas (v.14), ya la explicamos poco ha (cf. 6:1). Aquí, en este contexto, se refiere concretamente a las manchas del alma o pecados, con un significado, por tanto, más restringido que en 6:1. 440 No es necesario advertir que, como es usual en esta carta a los Hebreos, la cita está hecha conforme al texto de los LXX. La diferencia principal con el texto hebreo está en las palabras me has preparado un cuerpo (v.6), que el hebreo lee me has dado oídos abiertos. SustanciaImente la idea no cambia, pues con ambas frases se alude a la obediencia y docilidad para secundar el querer divino. No cabe duda, sin embargo, que el texto de los LXX resultaba mucho más cómodo al autor de la carta, para poder poner esas palabras en relación con la encarnación de Jesucristo. La frase está escrito de mí en el volumen del libro (?? ???????? ??????? ???????? ???? ???? , v.?) parece debe ser concebida como un paréntesis, con que se indica la fuente por la que el salmista conoce cuál es la voluntad divina. Esa fuente es el volumen del libro, es decir, el libro mismo
(genitivo epexegético), concretamente la Sagrada Escritura (cf.
2Re_22:13;
Jer_36:2;
Eze_2:9). La palabra ??????? (lít. =
pequeña cabeza) indicaría simplemente
rollo o
volumen, que era antiguamente la forma de los libros. No creemos que se aluda específicamente, conforme interpretan algunos, al pomo o pequeña
cabeza, que remataba la vara cilindrica, en torno a la cual se envolvía el papiro o el pergamino. ¿Cuál sería el sentido? 441 Hemos dado a las palabras ?????????? y ??????? la interpretación que nos parece más probable; pero debemos advertir que su significado exacto es muy discutido. En cuanto a úTrócrrocats (lit. =
sub-stantia o lo
que está debajo), su sentido primordial y obvio es el de
fundamento, apoyo, sostén. Es el que nosotros le hemos dado. Pero, derivado de ese primer significado, aparece a veces el de
realidad o
consistencia, que es el que aquí prefieren algunos autores. La fe sería realidad o consistencia de lo que esperamos, en cuanto que, a lo que todavía no existe históricamente, v.gr., mi resurrección gloriosa, le da realidad y consistencia en mi espíritu, de modo que ya está ejerciendo influjo en mi vida de creyente. Otros prefieren^el sentido de convicción o persuasión, con que también a veces aparece la palabra ?????????? (cf. 3:14), y que deriva asimismo de aquel que dijimos primordial,
de fundamento o sostén. Este término hypostasis ha tenido una historia muy movida. En el concilio Niceno se tomó como equivalente de sustancia ? esencia (cf.
Heb_1:3), anatematizando a los que dijeran que el Hijo no procedía de la misma
hypostasis o esencia que el Padre. Más tarde, sin embargo, el término hypostasis se tomará en sentido de
persona, que es precisamente lo que el Hijo no tiene común con el Padre. Por lo que se refiere a ?????? ?, su sentido obvio y normal es el de
prueba o
argumento, que es el que nosotros le hemos dado. Algunos autores, sin embargo, traducen por convicción, pensando no en el medio o acción de convencer, sino en el convencimiento formal. no vemos razón para esta traducción. 442 En torno a este personaje se tejieron luego muchas leyendas, de que tenemos claro testimonio en los libros apócrifos, existiendo incluso uno que lleva el nombre de Henoc. Algo parecido sucedió con Elias, de quien también afirma la Sagrada Escritura que fue trasladado al cielo (cf.
2Re_2:11). Ha sido una creencia muy extendida la de que ambos, que no han muerto, han de volver antes de la manifestación mesiánica al fin del mundo. Sin embargo, tengamos en cuenta las palabras del divino Maestro: En verdad os digo que Elias ha venido ya, y no le reconocieron, antes hicieron con él lo que quisieron. Entonces entendieron los discípulos que les hablaba de Juan el Bautista (
Mat_17:12-13). 443 últimamente, algunos autores, muy pocos, han preferido otra interpretación. Dan a ???????? el sentido de
aventura o
peligro, que de suyo parece que puede también tener (cf. ????????? = audaz, temerario) y se diría simplemente que Abraham recuperó a Isaac también en aquel extremo peligro. Esta opinión, más ingeniosa que fundada, probablemente hubiera caído pronto en el olvido a no haber sido recogida en su
Lexicón por el P. Zorell, ? . ???????? . 444 Guando murió Jesucristo, el monte Calvario estaba ciertamente fuera de los muros de Jerusalén (cf.
Jua_19:20). Más tarde, en reconstrucciones posteriores de la ciudad, quedó
ya dentro de los muros.