Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
43 (ii) Segundo ciclo de visiones (12,1-22,5) . Apenas hay conexión entre el cap. 12 con la serie de las trompetas; por tanto, es preferi(-)ble considerar las visiones de 12,1-15,4 como la primera serie de un nuevo ciclo, en lugar de re(-)lacionarlas con las trompetas. El símbolo del segundo ciclo es el rollo abierto (cf. 10,2).
(1) Visiones simbólicas que revelan los se(-)cretos del pasado, presente y futuro (12,1-15,4). Estas visiones no son explícitamente enumeradas. Podemos, no obstante, distin(-)guirlas entre sí tomando nota de la combina(-)ción en el uso de las fórmulas visionarias (p.ej., «X apareció» o «Yo vi») y los cambios de personajes o asuntos tratados. Estos aspectos de transición indican que la serie contiene sie(-)te visiones.
(a) La mujer y el dragón (12,1-17). Este ca(-)pítulo no es una composición unitaria, sino que está basado en dos fuentes: un relato que describe el conflicto entre una mujer con su niño y un dragón (w. 1-6 y 13-17) y otro rela(-)to que describe una batalla en el cielo (w. 7-9). Es probable que estas fuentes fuesen com(-)puestas por judíos no cristianos, y que Juan las publicase, añadiendo muchas cosas e in(-)cluyendo el himno de los w. 10-12 (véase Yar(-)bro Collins,
Combat Myth [? 15 supra] 101-16.
1. Una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza: Éstos atributos son típicos de las gran(-)des diosas del mundo bíblico
(ibid. 71-76), co(-)mo Isis (véase Apuleyo,
Metamor. 11,2-6). La identidad de la mujer ha sido muy discutida. Una interpretación católico-romana tradicio(-)nal es que se trata de María, la madre de Jesús, que es también la nueva Eva. Otras propuestas dicen que es la Jerusalén celeste, la sabiduría personificada, o la iglesia. En la fuente, la mu(-)jer personificaba a Israel, cuyos dolores de parto (v. 2) simbolizaban las aflicciones esca(-)tológicas que preceden a la llegada del Mesías. En el texto actual, la mujer es el Israel celeste, la esposa de Dios (cf. Os 1,2; 2,4-5; 2,16-17; Is 50,1; 54,5-8). Puesto que Juan reivindica el nombre de «judíos» para los cristianos (2,9; 3,9), no distingue, por tanto, entre Israel y la Iglesia. 3.
un enorme dragón de color rojo con siete cabezas y
diez cuernos: Este dragón o ser(-)piente marina es un animal mítico, un símbo(-)lo muy antiguo del caos. La tradición babiló(-)nica cuenta con el motivo de un monstruo serpentino con siete cabezas (
ANEP 220, n. 691). Los textos cananeos mencionan una bes(-)tia similar (
ANET 138). Esta bestia es presen(-)tada como adversaria de Dios en el AT (cf. Is 27,1; 51,9; Sal 74,13; 89,11; Job 9,13; 26,12). En la forma final del cap. 12, el dragón es identificado con la serpiente de Gn 3, que, a su vez, es identificada con el diablo y Satanás (v. 9) . Los «diez cuernos» proceden de Dn 7,7. 4.
Con su cola barrió un tercio de las estrellas y las arrojó sobre la tierra: Motivo parecido a Dn 8,10. En la tradición gr., el rebelde monstruo del caos ataca las estrellas (véase Nonnos,
Dionys. 1.163-64.180-81).
el dragón se puso al acecho delante de la mujer... para devorar a su hijo: Podemos encontrar muchos paralelos a elementos individuales del cap. 12 en el AT y en otros textos judíos. El paralelo más cerca(-)no, sin embargo, al argumento del relato sobre la mujer y el dragón es una versión grecorro(-)mana de la historia del nacimiento de Apolo.
Leto, una diosa, estaba embarazada de Zeus. Pitón, un dragón, advirtió que el hijo de Leto lo desplazaría en el oráculo de Delfos. Así que la persiguió cuando estaba a punto de dar a luz, para matar al hijo. A la orden de Zeus, el viento del norte y Poseidón, dios del mar, ayu(-)daron a Leto. Ella dio a luz a Apolo y Artemi(-)sa. Después, Apolo mató a Pitón. Una de las fuentes utilizadas por Juan era una adapta(-)ción de esta historia para describir el naci(-)miento del Mesías. Puesto que algunos empe(-)radores, especialmente Nerón, se relacionaron a sí mismos con Apolo, Juan y su fuente, en oposición a esta propaganda, decían que el Mesías prometido a Israel era quien traería la verdadera edad de oro (véase Yarbro Collins,
Combat Myth [? 15 supra] 61-70.101-45). 10.
ha sido precipitado el acusador de nuestros her(-)manos [y hermanas]: El himno de los w. 10-12 sirve como comentario del relato de los w. 1-9 y 13-17. El dragón o serpiente del relato es identificado en el himno con el «acusador» de los cristianos ante Dios en la corte celeste. Los cristianos son absueltos en el juicio gracias a la muerte de Jesús (cf. 1,5b). La vindicación en la corte celestial es un reverso irónico de la condenación en las cortes terrestres (roma(-)nas) («por el testimonio que dieron», v. 11), que les conduce a la ejecución («sin que el amor a su vida les hiciera temer la muerte», v. 11) . Estos cristianos son «el resto de su linaje [de la muerte]» (v. 17), a quienes el dragón persiguió una vez que el niño fue llevado has(-)ta el cielo (v. 5). 18.
él [el dragón] se quedó al acecho junto a la orilla del mar. Se trata de una transición a la visión de 13,1-10, y relaciona exactamente el dragón y la bestia que surge del mar (cf.
MNT 219-239).