Ester  6 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 14 versitos |
1
IV. Desquite de los judíos
Desgracia de Amán.
Aquella misma noche, no pudiendo el rey conciliar el sueño, mandó que trajeran y leyeran en su presencia el libro de las Memorias, o Crónica.
2 Estaba allí, consignada por escrito, la denuncia que Mardoqueo había hecho contra Bigtán y Teres, los dos eunucos del rey, guardianes del umbral, que habían intentado poner las manos sobre el rey Asuero.
3 Preguntó el rey: «¿Qué honor o dignidad se concedió por esto a Mardoqueo?» Los jóvenes del servicio del rey dijeron: «No se hizo nada en su favor.»
4 Continuó el rey: «¿Quién está en el atrio?» —Justamente entonces llegaba Amán al atrio exterior de la casa del rey, para pedir al rey que colgaran a Mardoqueo de la horca que él había hecho levantar—.
5 Los jóvenes del servicio del rey le respondieron: «Es Amán el que está en el atrio.» Dijo el rey: «Que entre.»
6 Entró, pues, Amán, y el rey le preguntó: «¿Qué debe hacerse al hombre a quien el rey quiere honrar?» Amán pensó: «¿A quién ha de querer honrar el rey, sino a mí?»
7 Respondió, pues, Amán al rey: «Para el hombre a quien el rey quiere honrar,
8 deben tomarse regias vestiduras que el rey haya vestido, y un caballo que el rey haya montado, y en cuya cabeza se haya puesto una diadema real.
9 Deben darse los vestidos y el caballo a uno de los servidores más principales del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar; y le hará cabalgar sobre el caballo por la plaza mayor de la ciudad gritando delante de él: «¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!»
10 Dijo el rey a Amán: «Toma al momento vestidos y caballo, tal como lo has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está en la Puerta Real. No dejes de cumplir ni un solo detalle.»
11 Tomó Amán los vestidos y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la plaza mayor de la ciudad, gritando delante de él: «¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!»
12 Después Mardoqueo se quedó en la Puerta Real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su casa, entristecido y con la cabeza tapada.
13 Contó Amán a su mujer Zeres y a todos sus amigos cuanto había pasado; sus consejeros y su mujer Zeres le dijeron: «Si Mardoqueo, ante el que has comenzado a declinar, pertenece al linaje de los judíos, no podrás vencerle, sino que sin remedio caerás ante él.»
14
Amán en el banquete de Ester.
Todavía estaban hablando con él, cuando llegaron los eunucos del rey y llevaron a Amán rápidamente al banquete preparado por Ester.

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Introducción a Ester 

El libro de Ester , como el de Judit , refiere una liberación de la nación por medio de una mujer. Los judíos establecidos en Persia se ven amenazados de exterminio por el odio de un visir omnipotente, Amán, y se salvan gracias a la intervención de Ester, joven compatriota que ha llegado a reina, dirigida a su vez por su tío Mardoqueo. La situación se vuelve del revés: Amán es ahorcado, Mardoqueo ocupa su lugar, los judíos exterminan a sus enemigos. Se instituye la fiesta de los Purim para conmemorar esta victoria y se recomienda a los judíos que la celebren todos los años.

La narración hace ver claramente la hostilidad de que eran objeto los judíos en el mundo antiguo, a causa de la singularidad de su vida, que les ponía en conflicto con las leyes del príncipe (compárese la persecución de Antíoco Epífanes); su nacionalismo exacerbado es una reacción de defensa. Su violencia choca desagradablemente, pero no debemos perder de vista que el libro es anterior a la revelación cristiana. También se ha de tener en cuenta el elemento literario: las intrigas de harén y las degollinas sólo sirven para la presentación dramática de una tesis que es una tesis religiosa. La exaltación de Mardoqueo y de Ester y la liberación consiguiente recuerdan la historia de Daniel y, sobre todo, la de José, oprimido y luego exaltado para la salvación de su pueblo. En la narración del Génesis a propósito de José, Dios no manifiesta externamente su poder y, sin embargo, dirige los acontecimientos. Del mismo modo, la Providencia gobierna todas las peripecias del drama en el libro hebreo de Ester, que evita nombrar a Dios. Lo saben los actores y ponen toda su confianza en Dios, que llevará a cabo su plan de salvación, incluso aunque fallen los instrumentos humanos que ha escogido, ver Est_4:3-17 que da la clave del libro. Las adiciones griegas tienen un tono más religioso (son las que han proporcionado todos los pasajes de Ester utilizados por la liturgia), pero se limitan a hacer explícito lo que el autor hebreo dejaba adivinar.

La versión griega existía el 114 (ó 78) a. C., en que fue enviada a Egipto para autenticar la fiesta de los Purim, Est_10:31 . El texto hebreo es anterior; según 2Ma_15:36 , los judíos de Palestina celebraban, el 160 a. C., un «día de Mardoqueo», que supone conocida la historia de Ester, y probablemente, el mismo libro. Éste pudo haber sido compuesto en el segundo cuarto del siglo II a. C. Su relación original con la fiesta de los Purim no es segura: el pasaje de Est_9:20-32 es de estilo diferente y parece ser añadidura. Los orígenes de la fiesta son oscuros y es posible que el libro haya sido posteriormente relacionado con ella ( 2Ma_15:36 no da el nombre de «Purim» al «día de Mardoqueo») y haya servido para justificarla históricamente.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Ester  6,1
NOTAS

6:1 En los caps. 6 y 7, el texto de Luciano parafrasea ampliamente los pasajes honoríficos para Mardoqueo, o deshonrosos para Amán.


Ester  6,2
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Est_2:21-23

Ester  6,3
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Ecl_9:13-16; Est_1:1 q

NOTAS

6:3 El autor del texto hebreo ignora la tradición referida por el texto griego, ver Est_1:1 q.

Ester  6,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_41:42 s; 1Re_1:33; Dan_5:29

NOTAS

6:8 «en cuya cabeza (del caballo)...» hebr.; «y poner en su cabeza (del hombre)...» Targum.

Ester  6,13
NOTAS

6:13 El texto hebreo sugiere cómo será el desenlace, sin mencionar la ayuda divina. El griego hace explícito el pensamiento y añade: «porque el Dios vivo está con él».