I Macabeos 9 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 73 versitos |
1
Batalla de Beerzet y muerte de Judas Macabeo.
Cuando supo Demetrio que Nicanor y su ejército habían caído en la guerra, envió a la tierra de Judá, en una nueva expedición, a Báquides y Alcimo con el ala derecha de su ejército.
2 Tomaron el camino de Galilea y pusieron cerco a Mesalot, en el territorio de Arbelas; se apoderaron de ella y mataron mucha gente.
3 El primer mes del año ciento cincuenta y dos acamparon frente a Jerusalén,
4 de donde partieron con veinte mil hombres y dos mil jinetes en dirección a Beerzet.
5 Judas tenía establecido su campamento en Eleasá, y estaban con él tres mil hombres escogidos.
6 Pero, al ver la gran muchedumbre de los enemigos, les entró pánico y muchos escaparon del campamento; no quedaron más que ochocientos hombres.
7 Judas vio que su ejército iba a la desbandada y que la batalla le apremiaba, y se le quebrantó el corazón, pues no había tiempo de volverlos a juntar.
8 Aunque desfallecido, dijo a los que le habían quedado: «Levantémonos y subamos contra nuestros adversarios por si podemos hacerles frente.»
9 Trataban de disuadirle diciéndole: «No podemos; salvemos nuestras vidas de momento y volvamos luego con nuestros hermanos para combatir contra ellos, que ahora estamos pocos.»
10 Judas replicó: «¡Eso nunca, obrar así y huir ante ellos! Si ha llegado nuestra hora, muramos con valor por nuestros hermanos y no dejemos mancillada nuestra gloria.»
11 Salió la tropa del campamento y se ordenó para irles al encuentro: la caballería dividida en dos escuadrones, arqueros y honderos en avanzadilla, y los más aguerridos en primera línea;
12 Báquides ocupaba el ala derecha. La falange se acercó por los dos lados y tocaron las trompetas. Los que estaban con Judas tocaron también las suyas,
13 y la tierra se estremeció con el estruendo de los ejércitos. Se trabó el combate y se mantuvo desde el amanecer hasta la caída de la tarde.
14 Vio Judas que Báquides y sus mejores tropas se encontraban en la parte derecha; se unieron a él los más esforzados,
15 y derrotaron al ala derecha y la persiguieron hasta los montes de Azara.
16 Pero el ala izquierda, al ver derrotada el ala derecha, se volvió sobre los pasos de Judas y los suyos, por detrás.
17 La lucha se encarnizó y cayeron muchos de uno y otro bando.
18 Judas cayó y los demás huyeron.
19
Funerales por Judas Macabeo.
Jonatán y Simón tomaron a su hermano Judas y le dieron sepultura en el sepulcro de sus padres en Modín.
20 Todo Israel le lloró, hizo gran duelo por él y muchos días estuvieron repitiendo esta lamentación:
21 «¡Cómo ha caído el héroe que salvaba a Israel!»
22 Las demás empresas de Judas, sus guerras, proezas que realizó, ocasiones en que alcanzó gloria, fueron demasiado numerosas para ser escritas.
23
IV. Jonatán jefe de los judíos y sumo sacerdote
(160-143 a. C.)
Triunfo del partido griego. Jonatán, jefe de la resistencia.
Con la muerte de Judas asomaron los sin ley por todo el territorio de Israel y levantaron cabeza todos los que obraban la iniquidad.
24 Hubo entonces un hambre extrema y el país se pasó a ellos.
25 Báquides escogió hombres impíos y los puso al frente del país.
26 Se dieron éstos a buscar con toda suerte de pesquisas a los amigos de Judas y los llevaban a Báquides, que los castigaba y escarnecía.
27 Tribulación tan grande no sufrió Israel desde los tiempos en que dejaron de aparecer profetas.
28 Entonces todos los amigos de Judas se reunieron y dijeron a Jonatán:
29 «Desde la muerte de tu hermano Judas no tenemos un hombre semejante a él que salga y vaya contra los enemigos, contra Báquides y contra los que odian a nuestra nación.
30 Por eso, te elegimos hoy a ti para que, ocupando el lugar de tu hermano, seas nuestro jefe y guía en la lucha que sostenemos.»
31 En aquel momento Jonatán tomó el mando como sucesor de su hermano Judas.
32
Jonatán en el desierto de Técoa.
Episodios sangrientos en torno a Mádaba.
Al enterarse Báquides, trataba de hacer morir a Jonatán.
33 Pero Jonatán lo supo, así como su hermano Simón y todos sus partidarios, y huyeron al desierto de Técoa, donde establecieron su campamento junto a las aguas de la cisterna de Asfar.
34 (Báquides se enteró un día de sábado y pasó con todas las tropas al otro lado del Jordán.)
35 Jonatán envió a su hermano, jefe de la tropa, a pedir a sus amigos los nabateos autorización para dejar con ellos su impedimenta, que era mucha.
36 Pero los hijos de Amrai, los de Mádaba, hicieron una salida, se apoderaron de Juan y de cuanto llevaba y se alejaron con su presa.
37 Después de esto, Jonatán y su hermano Simón recibieron la noticia de que los hijos de Amrai celebraban una espléndida boda y traían de Nabatá, en medio de gran pompa, a la novia, hija de uno de los principales de Canaán.
38 Recordaron entonces el sangriento fin de su hermano Juan y subieron a ocultarse al abrigo de la montaña.
39 Al alzar los ojos, vieron que avanzaba en medio de confusa algazara una numerosa caravana, y que a su encuentro venía el novio, acompañado de sus amigos y hermanos, con tambores, música y gran aparato.
40 Salieron entonces de su emboscada y cayeron sobre ellos para matarlos. Muchos cayeron muertos y los demás huyeron a la montaña. Se hicieron con todos sus despojos.
41 La boda acabó en duelo y la música en lamentación .
42 Una vez tomada venganza de la sangre de su hermano, se volvieron a las orillas pantanosas del Jordán.
43
El paso del Jordán.
Al enterarse Báquides, vino el día de sábado con numerosa tropa a las riberas del Jordán.
44 Jonatán dijo a su gente: «Levantémonos y luchemos por nuestras vidas, que hoy no es como ayer y anteayer.
45 Delante de nosotros y detrás, la guerra; por un lado y por otro, las aguas del Jordán, las marismas, las malezas: no hay lugar adonde retirarse.
46 Levantad, pues, ahora la voz al Cielo para salvaros de las manos de vuestros enemigos.»
47 Entablado el combate, Jonatán tendió su mano para herir a Báquides y éste le esquivó echándose atrás,
48 con lo que Jonatán y los suyos pudieron lanzarse al Jordán y ganar a nado la orilla opuesta. Sus enemigos no atravesaron el río en su persecución.
49 Unos mil hombres del ejército de Báquides sucumbieron aquel día.
50
Fortificaciones de Báquides. Muerte de Alcimo.
Vuelto a Jerusalén, hizo Báquides levantar ciudades fortificadas en Judea: la fortaleza de Jericó, Emaús, Bet Jorón, Betel, Tamnatá, Faratón y Tefón, con altas murallas, puertas y cerrojos,
51 y puso en ellas guarniciones que hostilizaran a Israel.
52 Fortificó también la ciudad de Bet Sur, Gázara y la Ciudadela, y puso en ellas tropas y depósitos de víveres.
53 Tomó como rehenes a los hijos de los principales de la región y los dejó bajo guardia en la Ciudadela de Jerusalén.
54 El segundo mes del año ciento cincuenta y tres, ordenó Alcimo demoler el muro del atrio interior del Lugar Santo. Destruía con ello la obra de los profetas. Había comenzado la demolición,
55 cuando en aquel tiempo sufrió Alcimo un ataque y su obra quedó parada. Se le obstruyó la boca y se le quedó paralizada, de suerte que no le fue posible ya pronunciar palabra ni dar disposiciones en lo tocante a su casa.
56 Alcimo murió entonces en medio de grandes sufrimientos.
57 Cuando Báquides vio que había muerto Alcimo, se volvió adonde el rey y hubo tranquilidad en el país de Judá por espacio de dos años.
58
Sitio de Bet Basí.
Todos los sin ley se confabularon diciendo: «Jonatán y los suyos viven tranquilos y confiados. Hagamos, pues, venir ahora a Báquides, que los prenderá a todos ellos en una sola noche.»
59 Fueron a preparar el plan con él,
60 y Báquides se puso en marcha con un fuerte ejército. Envió cartas secretas a sus aliados de Judea ordenándoles prender a Jonatán y a los suyos. Pero no pudieron, porque fueron conocidas sus intenciones;
61 antes bien, ellos prendieron a unos cincuenta hombres de la región, cabecillas de esta maldad, y les dieron muerte.
62 A continuación, Jonatán, Simón y los suyos se retiraron a Bet Basí, en el desierto, repararon lo que en aquella plaza estaba derruido y la fortificaron.
63 En sabiéndolo Báquides, juntó a toda su gente y convocó a sus partidarios de Judea.
64 Llegó y puso cerco a Bet Basí, la atacó durante muchos días y construyó ingenios de guerra.
65 Jonatán, dejando a su hermano Simón en la ciudad, salió por la región y fue con una pequeña tropa,
66 con la que derrotó en su campamento a Odomerá y a sus hermanos, así como a los hijos de Fasirón. Éstos empezaron a herir y a subir con las tropas.
67 Simón y sus hombres, por su parte, salieron de la ciudad y prendieron fuego a los ingenios.
68 Trabaron combate con Báquides, lo derrotaron y lo dejaron sumido en profunda amargura, porque habían fracasado su plan y su ataque.
69 Montó en cólera contra los hombres sin ley que le habían aconsejado venir a la región, mató a muchos de ellos y decidió volverse a su tierra.
70 Al saberlo, le envió Jonatán legados para concertar con él la paz y conseguir que les devolviera los prisioneros.
71 Báquides aceptó y accedió a las peticiones de Jonatán. Se comprometió con juramento a no hacerle mal en todos los días de su vida,
72 y le devolvió los prisioneros que anteriormente había capturado en el país de Judá. Partió luego para su tierra y no volvió más a territorio judío.
73 Así descansó la espada en Israel. Jonatán se estableció en Micmás, comenzó a juzgar al pueblo e hizo desaparecer de Israel a los impíos.

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Introducción a I Macabeos

LOS LIBROS DE LOS MACABEOS

Introducción
Los dos libros de los Macabeos no formaban parte del canon de la Escritura de los judíos, pero han sido reconocidos por la Iglesia cristiana como inspirados (libros deuterocanónicos). Se refieren a la historia de las luchas sostenidas contra los soberanos seléucidas para conseguir la libertad religiosa y política del pueblo judío. El título les viene del sobrenombre de Macabeo dado al héroe principal de esta historia, 1Ma_2:4 , y que también se aplicó a sus hermanos.

El Primer libro de los Macabeos fija en su introducción, 1-2 , los adversarios que se enfrentan: el helenismo invasor, que halla cómplices en algunos judíos, y la reacción de la conciencia nacional, adherida a la Ley y al Templo. Por un lado, Antíoco Epífanes que profana el Templo y desencadena la persecución; por el otro, Matatías que lanza el grito de guerra santa. El cuerpo del libro se divide en tres partes, consagradas a las actividades de los tres hijos de Matatías que sucesivamente se ponen a la cabeza de la resistencia. Judas Macabeo (166-160 a. C.), 3:1-9:22, obtiene una serie de victorias sobre los generales de Antíoco, purifica el Templo y logra para los judíos la libertad de vivir conforme a sus costumbres. Bajo Demetrio I, las intrigas del sumo sacerdote Alcimo le crean dificultades, pero continúan sus éxitos militares, y Nicanor, que quería destruir el Templo, es derrotado y muerto. Judas busca la alianza de los romanos para asegurar sus posiciones. Muere en el campo de batalla. Le sucede su hermano Jonatán (160-142), 9:23-12:53. Las maniobras políticas alcanzan entonces mayor importancia que las operaciones militares. Jonatán se aprovecha con habilidad de las rivalidades de los que pretenden el trono de Siria: es nombrado sumo sacerdote por Alejandro Balas, reconocido por Demetrio II y confirmado por Antíoco VI. Trata de concertar alianza con los romanos y los espartanos. Va dilatándose el territorio sometido a su control y parece asegurada la paz interior, cuando Jonatán cae en manos de Trifón, que le hace morir, así como al joven Antíoco VI. El hermano de Jonatán, Simón (142-134), 13:1-16:24, apoya a Demetrio II, que recupera el poder. Demetrio, y luego Antíoco VII, le reconocen como sumo sacerdote, estratega y etnarca de los judíos. Con esto, está ya conseguida la autonomía política. Estos títulos le son confirmados por un decreto del pueblo. Se renueva la alianza con los romanos. Es una época de paz y prosperidad. Pero Antíoco VII se vuelve contra los judíos, y Simón, con dos de sus hijos, es asesinado por su yerno, que creía hacer con esto un servicio al soberano.

La narración, pues, abarca cuarenta años, desde la subida de Antíoco Epífanes, el año 175, hasta la muerte de Simón, a quien sucede Juan Hircano, el 134 a. C. Se escribió en hebreo, pero sólo se conserva en una traducción griega. Su autor es judío de Palestina y ha compuesto su obra después del 134, pero antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo el 63 a. C. Las últimas líneas del libro, 1Ma_16:23-24 , indican que fue escrito hacia el final del reinado de Juan Hircano, como fecha más temprana, probablemente hacia el año 100 a. C. Es un documento precioso para la historia de aquel tiempo, siempre que se tenga en cuenta el género literario, imitación de las antiguas crónicas de Israel, y las intenciones del autor. Porque, por mucho que se extienda en narrar los sucesos de la guerra y las intrigas políticas, el autor quiere relatar una historia religiosa. Considera las desgracias de su pueblo como castigo del pecado y atribuye a la asistencia de Dios los éxitos de sus adalides. Es un judío celoso de su fe y ha comprendido que ésta era la que estaba en juego en la lucha entre la influencia pagana y las costumbres de los padres. Es, pues, un decidido adversario de la helenización y se siente lleno de admiración por los héroes que han combatido por la Ley y por el Templo, y que han conquistado para el pueblo la libertad religiosa y luego la independencia nacional. Es el cronista de una lucha en que se salvó el Judaísmo, portador de la Revelación.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

I Macabeos 9,1
NOTAS

9 El relato es continuación de 1Ma_7:50.


I Macabeos 9,2
NOTAS

9:2 «Galilea» conj. según Josefo; «Gálgala» griego y lat. -«Mesalot», topónimo hebr. que significa «senderos»: al parecer, llevaban a las cavernas de Arbelas, que en diversas ocasiones sirvieron de refugio.

I Macabeos 9,3
NOTAS

9:3 Abril-mayo del 160.

I Macabeos 9,4
NOTAS

9:4 «Beerzet» griego luc., Vet. Sir. y Josefo. Es la actual Birzeit, a 20 km al norte de Jerusalén. Si se mantiene la lectura «Berean» o «Beret» de griego y lat., habrá que situar el campamento en El-Biré, la Beerot bíblica, Jos_9:17, a 13 km al sur de Birzeit.

I Macabeos 9,5
NOTAS

9:5 «Eleasá» mss; «Elasá» o «Alasá» conjunto del griego. Si se trata del Khirbet Il'asa, cerca de Bet Jorón, el campamento de Judas se encuentra muy alejado del de Báquides, lo cual no concuerda con el relato, a no ser que aquí se trate de la base de retaguardia de Judas.

I Macabeos 9,15
NOTAS

9:15 «Azara» según Josefo; «Asdod» griego y lat., pero no hay montes cerca de Asdod.

I Macabeos 9,20
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Sa_1:27

I Macabeos 9,26
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_4:46+

I Macabeos 9,33
NOTAS

9:33 Técoa o Thekoi, patria del profeta Amós, al sudeste de Belén, domina una región árida, 2Cr_20:20; sus arroyos que bajaban al mar Muerto habían servido de refugio a los partidarios de David, 1 S 24; 26, y serán igualmente utilizados por los partidarios de Bar Kokheba durante la segunda rebelión judía (132-135 d.C.). -El topónimo «Asfar» no se ha identificado.

I Macabeos 9,34
NOTAS

9:34 Duplicado de 1Ma_9:43.

I Macabeos 9,35
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_5:25+

I Macabeos 9,36
NOTAS

9:36 «Amrai» según Josefo y sir.; «Ambrei» o «Lambri» griego, lat. -Los «Bene-Amrai» son una tribu árabe, diferente de los Nabateos.

I Macabeos 9,37
NOTAS

9:37 «Nabatá» según Josefo; «Gabadán» o «Nabadat» griego, lat. -Se trata probablemente de una plaza fuerte aramea de Nebo, Núm_32:3, al borde de la llanura de Moab, llamada aquí «Canaán», término que engloba a todos los indígenas paganos.

I Macabeos 9,40
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_8:10

I Macabeos 9,48
NOTAS

9:48 Situamos el encuentro, con Josefo, en la orilla oeste del Jordán, donde Jonatán levantaría su campamento con la intención de ganar la región occidental del mar Muerto. Báquides le obliga a volverse a la orilla oriental del río que él, por su parte, no franquea.

I Macabeos 9,50
NOTAS

9:50 «Tamnatá, Faratón», lat. sir., Josefo; griego y mss lat. los reducen a un solo nombre. -Tamnatá es la Timná de Jos_19:15; Faratón es Piratón, Jue_12:15, y Tefón puede ser Tapuaj, Jos_12:17. -Las excavaciones arqueológicas practicadas en Guézer, Bet Sur, Betel y Jericó confirman la ocupación seléucida.

I Macabeos 9,54
NOTAS

9:54 (a) Abril-mayo del 159.

9:54 (b) Sin duda los de la vuelta del Destierro, como Ageo y Zacarías. Este muro quizá corresponde a la balaustrada que separará el atrio de los paganos del de los judíos en el templo de Herodes, ver Eze_44:9, pero los dos patios que el texto supone pueden ser los que existían ya en tiempo de Manasés, 2Re_21:5.

I Macabeos 9,62
NOTAS

9:62 La lista de los repatriados de Babilonia menciona a los Hijos de Besay, Esd_2:17, que pudieron dar el nombre a nuestra localidad, hoy Beit Basá, entre Belén y Técoa.

I Macabeos 9,66
NOTAS

9:66 Tribus árabes que al parecer colaboraban con Báquides.

I Macabeos 9,73
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_19:19; Deu_22:22

NOTAS

9:73 Como Judas, Jonatán es equiparado a un Juez, ver 1Ma_3:10; 1Ma_4:4, etc. Micmás o Majmas, al sudeste de Betel, era célebre por la gesta de Jonatán, hijo de Saúl, 1 S 14.