Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
2. Distribución de la Tierra de Canaán (c.13-22).
Advertencia de Dios a Josué (13:1-6).
1
Josué era ya viejo, entrado en años, y Yahvé le dijo: Eres ya viejo, de edad avanzada, y queda todavía mucha tierra por conquistar. 2
Mira lo que queda: todos los distritos de los filisteos y todo el territorio de Gesur; 3
desde el Sijor, que corre al oriente de Egipto, hasta la frontera de Acarón, hacia el norte, que se reputa como de los cananeos; los cinco príncipes de los filisteos: el de Gaza, el de Azoto, el de Ascalón, el de Gat y el de Acarón; los jeveos al mediodía; 4
toda la tierra de los cananeos, y Ara, que es de los sidonios, hasta Afee, hasta la frontera de los amorreos; 5
la tierra de los gueblitas y todo el Líbano a oriente, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Hamat; 6
todos los habitantes de la montaña, desde el Líbano hasta las aguas de Misrefot; todos los sidonios. Yo los arrojaré de delante de los hijos de Israel. Pero distribuye por suertes esta tierra en heredad a los hijos de Israel, como yo lo he mandado. La conquista de muchos lugares estratégicos de Palestina había requerido el espacio de muchos años; quedaba todavía mucha tierra por conquistar, pero Josué era ya de edad avanzada. En la imposibilidad de apoderarse de toda la tierra prometida antes de su muerte, le manda Dios que la distribuya por suertes, aun aquella que ocupaba el enemigo, a los hijos de Israel. Josué puede reunirse tranquilo con sus padres, confiado en la promesa de que Dios arrojará de sus territorios a los pueblos enemigos para entregárselos a su pueblo escogido. Las campañas de Josué habían abierto las puertas de Palestina a los israelitas. Quedaban por conquistar los distritos de los filisteos, la Fenicia, el Líbano. Los gesuritas habitaban al sur de Palestina, cabe a los filisteos (
1Sa_27:8). El Sijor es uno. de los canales de la frontera de Egipto. Se mencionan los cinco príncipes (
seranim)
de la pentarquía filistea Que 3:3; 16:5;
1Sa_5:6). Los gueblitas son los habitantes de Gebal, la antigua Byblos, al norte de Beirut. En
Jue_3:1-6 se da la razón de por qué Dios no entregó estos pueblos en manos de los israelitas, que fue para que las generaciones futuras se acostumbraran a la guerra y apreciaran el esfuerzo llevado a cabo por sus antepasados. Otra razón apuntada en
Jue_3:4 es de que estos pueblos habían de servir para por ellos probar a Israel y saber si obedecería a los mandatos que Yahvé había dado a sus padres por medio de Moisés. La mejor prueba, en efecto, de su fidelidad a la alianza era la de mantenerse fiel a Dios en medio de un mundo idólatra 1
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Repartición de las tierras de Trans Jordania (Jue_13:7-14)
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Ahora, pues, distribuye esta tierra entre las nueve tribus y la media de Manases. 8
Con la otra mitad, los rubenitas y gaditas recibieron ya su heredad, que les dio Moisés al otro lado del Jordán, a oriente, como se la distribuyó Moisés, siervo de Yahvé: 9
desde Aroer, a orillas del torrante del Arnón, y desde la ciudad que está en medio del valle, toda la llanura de Madaba hasta Dibón; 10
todas las ciudades de Seón, rey de los amorreos que reinaba en Hesebón, hasta la frontera de los hijos de Am-món; n Galaad, el territorio de Gesur y de Macat, toda la montaña de Hermón y todo el Basan, hasta Saleca; 12
todo el reino de Og, en Basan, que remaba en Astarot, y en Edraí, y eran los últimos restos de los refaím. Moisés batió a estos reyes y los desposeyó; 13
pero los hijos de Israel no desposeyeron a los guesuritas y a los macatitas, y Gesur y Macat habitan en medio de ellos hasta hoy. 14
La tribu de Levi fue la sola a que Moisés no dio heredad, porque las combustiones de Yahvé, Dios de Israel, son su heredad, como él se lo dijo.
Como se ha hablado ya otras veces (
Jue_1:12-15;
Jue_12:1-6), las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manases habían recibido su heredad en Transjordania. Moisés se la había dado; a Josué quedaba la tarea de hacer la distribución de las tierras de Cisjordania entre las nueve restantes y la media de Manases. Pero así como las tribus del lado de acá del Jordán debían convivir con los naturales del país, del mismo modo los hijos de Israel no desposeyeron a los guesuritas y a los macatitas (
Jue_12:5;
Deu_3:14), que convivían con los tribus transjordánicas aun en los días en que se escribía este elato. A los hijos de Leví no se les concedió heredad entre el puebporque las combustiones por el fuego eran su heredad (
Num_18:2oss;
Deu_10:8-9;
Deu_18:2).
Herencia de Rubén (Deu_13:15-23).
15
Moisés había dado a los hijos de la tribu de Rubén una parte según las familias. 16
Tuvieron por territorio, a partir de Aroer, a orillas del torrente del Arnón y de la ciudad situada en medio del valle, toda la llanura hasta Madaba; 17
Hesebón y todas las ciudades del llano, Dibón, Bamot Baal, Bet Baal, Maón, 18
Jahsa, Quedamot, Mefat, 19
Quiryataím Sabama, Sa-rat Asar, en el monte del valle; 20
Bet Fogor, las pendientes del Pasga, Bet Jesimot, 21
todas las ciudades del llano y todo el reino de Seón, rey de los amorreos, que remaba en Hesebón; Moisés le derrotó a él y a los príncipes de Madián, Eví, Requem, Sur, Jur y Rebe, tributarios de Seón, que habitaban la tierra. 22
El adivino Balaam, hijo de Beor, fue también del número de los que los hijos de Israel pasaron a filo de espada. 23
Así el territorio de los hijos de Rubén llegaba hasta el Jordán y sus riberas. Esta fue la heredad, las ciudades y sus pueblos, de los hijos de Rubén y sus familias.
Aunque Rubén se hubiera establecido antes en el territorio por condescendencia de Moisés (
Num_32:153), el hagiógrafo menciona de nuevo los límites de su territorio con las principales ciudades. Como hemos dicho, poseían los rubenitas numerosos rebaños, entregándose a la vida del pastoreo. Débora criticará más adelante su conducta porque su afición desmesurada por la vida beduína le retraía de la obligación de luchar juntamente con las otras tribus de Israel (
Jue_5:15-16). En tiempos del rey David no figura Rubén como población sedentaria, terminando por fundirse con los gaditas (
1Sa_13:7;
2Sa_24:5). En la Estela de Mesa solamente se hace mención de Gad como tribu israelítica al norte del torrente Arnón (
2Sa_12:2;
Num_21:13;
Deu_2:24;
Num_23:24;
Deu_2:36). Pereció Balaam en la guerra contra los madianitas (
Num_31:8).
Territorio de Gad (Num_13:24-28).
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Moisés dio a la tribu de Gad una parte según sus familias. 25
Su territorio comprendía: Jaser, todas las ciudades de Galaad, la mitad de la tierra de los hijos de Ammón hasta Aroer, que está enfrente de Raba, 26
desde Hesebón hasta Ramat, Masfe y Betonim, y desde Majanaím hasta la frontera de Debir; 27
y en el valle de Bet Aram, Bet Nimra, Sucot y Safón, parte del reino de Seón, rey de Hesebón, el Jordán y sus riberas, hasta el cabo del mar de Queneret, del otro lado del Jordán, a oriente. 28
Esta fue la heredad, ciudades con sus pueblos, de los hijos de Gad según sus familias.
Gad se instaló en Transjordania, al norte del territorio de Rubén. A diferencia de sus hermanos del sur, los gaditas eran guerreros (
Deu_33:20;
1Cr_21:8s.). A Gad había dicho Jacob: Gad: salteadores le asaltan, y él les pisa los talones (
Gen_49:19). De hecho, cuando los nómadas le asaltan, sabe defenderse. Y no solamente se defendía, sino que, de tendencia absorbente, acabó con anexionarse la tribu de Rubén, indolente para la guerra. Se recuerda a Gad en la Estela de Mesa, en donde se dice que habitaba en Atarot. Edificó esta tribu ciudades en Galaad (
Num_32:34).
Media tribu de Manases (Num_13:29-33).
29
Moisés dio a la media tribu de Manases una parte, según sus familias. 30 Tuvieron por territorio, a partir de Majanaím, todo Basan, todo el reino de Og, rey de Basan, y todos los burgos de Jair en Basan, sesenta ciudades; 31
la mitad de Galaad, Astarot y Edraí, ciudades del reino de Og en Basan, fueron dadas a Maquir, hijo de Manases, a la mitad de los hijos de Maquir, según sus familias. 32
Estas son las partes que distribuyó Moisés, cuando estaba en los llanos de Moab, del otro lado del Jordán, frente a Jericó, a oriente. 33
Pero Moisés no dio parte a la tribu de Leví; Yahvé, Dios de Israel, es su parte, como él se lo ha dicho.
A la media tribu de Manases (
Deu_3:13-15;
Num_32:41) se le dio el territorio al norte del río Yaboc, que comprendía todo Basan, el reino de Og y los burgos de Jair. Al norte de su heredad residían los macatitas y los guesuritas, que, según 13:13, resistieron a los israelitas. A Maquir (17:1-6), primogénito de Manases y padre de Galaad, se le asignó la región septentrional del Yaboc y Basan. De nuevo repite el autor sagrado el estribillo de que esta distribución de la región transjordánica fue ratificada solemnemente por Moisés en los llanos de Moab, frente a Jericó 2.