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Dio entonces un gran grito, con gemidos, llanto y fuertes alaridos, al tiempo que rasgaba sus vestiduras. (Judith 14, 16) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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La Liberación (14:1-16-25).

Judit, estratega (14:1-5)
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1 Y díjoles Judit: Oídme, hermanos: Coged esta cabeza y colgadla de las murallas. 2 Y en cuanto amanezca y el sol se derrame sobre la tierra, tome cada uno sus armas, y salid todos los hombres de guerra fuera de la ciudad, con el jefe al frente; haréis ademán de bajar al valle contra los puestos de guardia de los asirios, pero sin bajar. 3 Ellos, tomando sus armas, se encaminarán a su campo para despertar a los jefes del ejército asirio, e irán a la tienda de Holofernes,· y al no hallarle, se apoderará de ellos el temor y huirán ante vosotros. 4 Se unirán a vosotros en la persecución todos los habitantes de toda la montaña de Israel y los desbarataréis por los caminos. 5 Pero antes de hacer esto llamad a Aquior el amonita, para que vea y reconozca la cabeza del que despreció a la casa Israel y nos lo envió como destinado a la muerte.

Judit explota su triunfo a fondo y rápidamente. Llama hermanos a los habitantes de Betulia (7:30; 13:18). Como último acto de humillación y afrenta, recomienda que se suspenda la cabeza de Holofernes en la parte externa del muro (1Sa_17:54; 1Ma_7:47; 2Ma_15:25). Propone, además, una salida simulada, con el fin de que, al querer comunicar los soldados esta novedad a su jefe, caigan en la cuenta de que ha sido asesinado, lo que originará gran revuelo y desorientación en el ejército. La estrategia de Judit no parece la más acertada; pero la Providencia divina se encargará de superar las deficiencias de la ciencia humana. Podía subsistir la duda de que Judit traicionara al pueblo presentando como cabeza de Holofernes la de cualquier soldado u oficial del campo asirio, porque ningún ciudadano de Betulia había visto jamás al generalísimo de Nabucodonosor. Pero allí estaba Aquior, que podía reconocer si se trataba o no de la cabeza de Holofernes.

Testimonio de Aquior (2Ma_14:6-10).

6 Hicieron venir a Aquior de casa de Ocias. Cuando aquél llegó y vio la cabeza de Holofernes en las manos de un hombre en medio de la asamblea del pueblo, cayó sobre su rostro, sintiéndose desfallecido. 7 Levantáronle, se arrojó a los pies de Judit y, humillándose en su presencia, dijo: Bendita seas tú en todas las tiendas de Judá y en todas las naciones. Cuantos oigan tu nombre quedarán asombrados. 8 Dime ahora lo que has hecho en estos días. Y en medio de todo el pueblo le contó Judit cuanto había hecho desde el día de su salida hasta el momento en que les hablaba. 9 Cuando acabó de hablar, prorrumpió el pueblo en grandes aclamaciones y resonaron en la ciudad los gritos de alegría. 10 Viendo Aquior lo que el Dios de Israel había hecho, creyó en El, y se circuncidó la carne de su prepucio, y hasta el día de hoy quedó agregado a la casa de Israel.

No fue necesario que Judit invitara a Aquior a certificar la autenticidad de aquel trofeo; su vista le impresionó tanto, que cayó desmayado en tierra. Quien había sido testigo de la arrogancia y orgullo de aquel poderoso general no podía comprender que fuera ahora su cabeza el escarnio del pueblo. Con la muerte de Holofernes desaparecía la amenaza que pesaba sobre su cabeza (2Ma_6:6). Una vez recuperado, entona un canto a Judit, inspirándose en el poema de Débora (Jdt_5:24) y repitiendo conceptos expresados por Ocias (Jdt_13:18) y repetidos más tarde por Joaquín (Jdt_15:9-10). A petición de Aquior, repite Judit los pormenores de su proeza. Impresionado Aquior por la intervención palpable de Dios, que guió los pasos de Judit, abjuró de su religión y creyó firmemente (sfodrd) en el Dios de Israel. Con la circuncisión quedó incorporado al pueblo elegido él y toda su descendencia.

Los de Betulia, a la ofensiva (Jdt_14:11-13).

11 En cuanto despertó la aurora, colgaron del muro la cabeza de Holofernes, y todos los hombres de Israel tomaron sus armas y en escuadrones salieron a las subidas del monte. 12 Así que los asirios los vieron, dieron aviso a sus oficiales, y éstos a sus jefes y a sus generales. 13 Llegando a la tienda de Holofernes, dijeron al que estaba de guardia: Di que despierten en seguida a nuestro señor, porque estos esclavos se han atrevido a bajar contra nosotros en son de guerra, pretendiendo aniquilarnos.

Los asirios no podían divisar la cabeza de Holofernes colgada del muro, por hallarse fuera de su alcance visual. Esta cruel exhibición tenía como finalidad primaria humillar al jefe vencido y enardecer el ánimo de los sitiados. De conformidad al plan estratégico trazado por Judit (Jdt_14:2), todo el pueblo empuñó las armas y salió a las subidas del monte. Las avanzadas asirías dieron parte a sus jefes inmediatos, transmitiéndose la noticia ordenadamente hasta llegar a oídos del que estaba de guardia, al cual dijeron: Despierta a nuestro señor, porque los esclavos (duolo1) se han atrevido a bajar contra nosotros en son de guerra.

Consternación de Bagoas (Jdt_14:14-19).

14 Entró Bagoas y llamó agitando la cortina de la tienda, pues suponía él que estaría durmiendo con Judit. 15 Y como nadie le respondía, corrió la cortina, y, entrando en la alcoba, le encontró tendido sobre el estrado, muerto y con la cabeza cortada. 16 Gritó en medio de llantos, lamentos y fuertes voces, y rasgó sus vestiduras. 17 Entró luego en la tienda en que estaba alojada Judit y, no hallándola, salió corriendo al pueblo y gritó: 18 ¡Esas esclavas nos han traicionado! Una mujer hebrea ha echado la confusión en la casa del rey Nabucodonosor. Holofernes está en tierra y sin cabeza! 19 Cuando los jefes del ejército asirio oyeron tales palabras, rasgaron sus vestiduras y quedaron consternados, levantándose en medio del campo gran griterío y alboroto.

Bagoas era el hombre de confianza de Holofernes; era él quien había preparado el banquete en busca de un pretexto para rendir la virtud de Judit. Sabía él que, una vez celebrado el festín, quedaron solos en la alcoba Holofernes y Judit (Jdt_13:3-4)· Estaba completamente convencido de que Holofernes estaría durmiendo con Judit (v.14). Se llegó hasta la misma cortina que cerraba la alcoba, dio unas palmadas (krouein) y agitó la cortina. Como nadie le respondía, atrevióse a mirar dentro, y ¡cuál no fue su estupor al contemplar el cuerpo de su dueño en el suelo, decapitado, bañado en su propia sangre l En el paroxismo del dolor, gritó, lloró, sollozó, dio tuertes alaridos y rasgó sus vestiduras. Acaso la muerte de su señor suponía la suya, por negligencia. Al hallar vacío el cuarto de Judit, sospechó que fuera ella la autora del crimen.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XIIII.

8 Achior heareth Iudeth shewe what she had done, and is circumcised, 11 the head of Olofernes is hanged vp, 15 hee is found dead, and much lamented.
1 Then saide Iudeth vnto them, Heare me now, my brethren, & take this [ 2Ma_15:35.] head, and hang it vpon the highest place of your walles.
2 And so soone as the morning shall appeare and the Sunne shal come forth vpon the earth, take you euery one his weapons, and goe forth euery valiant man out of the city, & set you a captaine ouer them, as though you would goe downe into the field toward the watch of the Assyrians, but goe not downe.
3 Then they shal take their armour, and shal goe into their campe, and raise vp the captaines of the armie of Assur, and they shall runne to the tent of Olofernes, but shall not finde him, then feare shall fall vpon them, and they shall flee before your face.
4 So you, and all that inhabite the coast of Israel, shall pursue them, and ouerthrow them as they goe.
5 But before you doe these things, call me Achior the Ammonite, that hee may see and know him that despised the house of Israel, and that sent him to vs as it were to his death.
6 Then they called Achior out of the house of Ozias, and when hee was come, and saw the head of Olofernes in a mans hand, in the assembly of the people, he fell downe on his face, and his spirit failed.
7 But when they had recouered him, hee fell at Iudeths feete, and reuerenced her, and said: Blessed art thou in all the tabernacle of Iuda, and in all nations, which hearing thy name shall be astonished.
8 Now therefore tell mee all the things that thou hast done in these dayes: Then Iudeth declared vnto him in the midst of the people, all that shee had done from the day that shee went foorth, vntill that houre she spake vnto them.
9 And when shee had left off speaking, the people shouted with a lowd voice, & made a ioyful noise in their citie.
10 And when Achior had seene all that the God of Israel had done, hee beleeued in God greatly, and circumcised the foreskinne of his flesh, and was ioyned vnto the house of Israel vnto this day.
11 And assoone as the morning arose, they hanged the head of Olofernes vpon the wall, and euery man took his weapons, and they went foorth by bandes vnto the [ Or, ascents.] straits of the mountaine.
12 But when the Assyrians sawe them, they sent to their leaders, which came to their Captaines, and tribunes, and to euery one of their rulers.
13 So they came to Olofernes tent, and said to him that had the charge of all his things, Waken now our lord: for the slaues haue beene bold to come downe against vs to battell, that they may be vtterly destroyed.
14 Then went in Bagoas, and knocked at the doore of the tent: for he thought that he had slept with Iudeth.
15 But because none answered, he opened it, and went into the bedchamber, and found him cast vpon the floore dead, & his head was taken from him.
16 [ Then.] Therefore he cried with a lowd voice, with weeping, and sighing, and a mighty cry, and rent his garments.
17 After, hee went into the tent, where Iudeth lodged, and when hee found her not, he leaped out to the people, and cried,
18 These slaues haue dealt treacherously, one woman of the Hebrewes hath brought shame vpon the house of king Nabuchodonosor: for behold, Olofernes lieth vpon the ground without a head.
19 When the captaines of the Assyrians armie heard these words, they rent their coats, and their minds were wonderfully troubled, and there was a cry, and a very great noise throughout the campe.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*8-16 Judit, que es viuda, representa la inesperada e imprevisible acción de Dios cuando, según lo narrado en Jdt 1:1-16; Jdt 2:1-28; Jdt 3:1-10; Jdt 4:1-15; Jdt 5:1-24; Jdt 6:1-21; Jdt 7:1-32, no queda ninguna esperanza. La viuda es prototipo de la debilidad y símbolo del Israel sufriente. Como en el resto de la Sagrada Escritura, la debilidad del instrumento realza la intervención de Dios.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La mañana triunfal. Terminada esa especie de vigilia nocturna, Judit se transforma en estratega y comienza a dar órdenes que han de poner en marcha la acción y que adelantan los sucesos próximos. Muerto el jefe, es tradicional que se desbarate y huya el ejército.