Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
8. La invasión asiria, castigo por los pecados de Israel.
En este capítulo encontramos una serie de acusaciones que justifican la ruina de Israel: violación de la alianza, dinastías ilegítimas, adoración del becerro, petición de ayuda exterior e idolatría.
Anuncio de la invasión y de la cautividad (1-6).
1 ¡Emboca la trompeta! Como buitre se abate sobre la casa de Israel por haber quebrantado mi alianza y haber prevaricado contra mi ley. 2 Clamarán a mí: ¡Dios mío! Pero te conocemos, Israel. 3 Israel ha rechazado el bien, y el enemigo le perseguirá. 4 Se dieron reyes, pero no elegidos por mí; constituyeron príncipes sin yo saberlo; de su oro y su plata se hicieron ídolos, mas para su perdición. 5 Yo rechazo tu becerro, Samaría; mi furor se ha encendido contra ellos. ¿Hasta cuándo no lograrán purificarse? 6 Porque de Israel son, son obra de artífice, no son de Dios, y será llevado cautivo el día de Yahvé l el becerro de Samaría. La invasión es inminente; por eso se invita a un imaginario centinela a dar el grito de alarma (
emboca la trompeta),
pues en su perspectiva profética, Oseas ve ya planear al ejército asirio, que como un
buitre se abate sobre la casa de Israel (v.1). El anuncio se expresa en sentido entrecortado para dar mayor impresión de nerviosismo. El símil del
buitre sirve para expresar la rapacidad del ejército invasor *. La causa del castigo es la infidelidad a la
alianza y a la
Ley. Siempre los profetas hacen hincapié en las razones teológicas que dirigen las vicisitudes históricas del pueblo elegido. Las circunstancias políticas históricas no cuentan para ellos, sino las exigencias de la alianza del Sinaí entre Yahvé y su pueblo. Conforme a este pacto, la historia de Israel se desenvuelve en una alternativa de castigos o bendiciones,
según su fidelidad o deslealtad al mismo por parte del pueblo elegido. Por eso ahora Yahvé no hace caso del grito angustiado de Israel:
¡Dios mío! pues su conversión no brota de la sinceridad del corazón. Yahvé conoce sus veleidades (
Te conocemos, Israel, v.2) y, por tanto, espera las pruebas de su arrepentimiento 2. Israel se ha trazado un plan de vida totalmente al margen de la ley de Dios, en lo que ésta implica de bendiciones (
Ha rechazado el bien, v.3), y por eso Yahvé lo entregará al
enemigo, que le perseguirá. La vida nacional no ha sido controlada conforme a las exigencias de la teocracia:
se dieron reyes, pero no elegidos por mi. (v.4). El reino del norte era ilegítimo por su origen cismático después de la muerte de Salomón.
Jeroboam I, su primer rey, además de ser ilegítimo usurpador, instauró la taurolatría, o culto de Yahvé bajo la forma de toro 3, lo que estaba prohibido por la Ley. En el nuevo reino floreció la idolatría en sus diversas formas, como fruto normal del sincretismo religioso adoptado (
de su oro y plata se hicieron ídolos),
lo que contribuyó a la
perdición del reino. Yahvé no puede aprobar este culto taurolátrico (
yo rechazo tu becerro, Samaría, ?.6).
El culto cismático, con grandes infiltraciones idolátricas, practicado en Betel y Dan, no podía ser aprobado por Yahvé, que había señalado como único lugar de culto a Jerusalén, y por eso Yahvé condenará al pueblo de Samaría a la cautividad. Han confiado en sus ídolos de oro, y de nada les servirá en el
día de Yahvé, o de la manifestación de su ira. El
becerro de Samaría, o ídolo del reino del norte, será llevado
cautivo como sus adoradores, que se avergonzarán de él.
Anuncio del exilio (7-14).
7 Pues siembran vientos, recogerán tempestades. La espiga no dará fruto ni formará harina,y si algunas la dieren,las devorará el extranjero. 8 Devorado será Israel; ahora ha sido considerado entre las naciones como vaso del que no se hace aprecio. 9 Por ellos subieron a Asiría. El onagro busca estar solo, Efraím se entregó a los amantes 4. 10 Aunque sean entregados a las naciones, al presente los guardo reunidos, para que sufran algún tiempo la carga del rey y de los príncipes 5. n Efraím ha multiplicado sus altares para pecar; sólo para pecar le han servido. 12 Escribí para él las palabras de mi Ley 6, pero las tienen por palabras de extranjeros. 13 ¡Aman los sacrificios, que sacrifiquen! ¡(Aman) la carne, que la coman! Yahvé no se agrada de ellos. Ahora se acordará de sus iniquidades y castigará sus pecados. Volverán a Egipto 7. 14 Israel se olvidó de su Hacedor y construyó palacios; Judá multiplicó sus ciudades fuertes, pero yo daré sus ciudades al fuego, que devorará sus palacios. Israel, con su conducta desafiante, se está haciendo acreedora a un castigo. Está buscando relaciones políticas con Asiría y terminará absorbida por esta nación imperialista. Todos estos malos pasos no son sino los primeros indicios de la catástrofe:
siembra vientos y recogerán tempestades (v.7). El proverbio expresa bien el final que tendrá la mala política internacional de Israel. La
cosecha que les espera no será precisamente de trigo ni de harina. Verán
espigas, pero no darán
fruto. El profeta parece aludir aquí al ejército invasor, que arrasará las cosechas, y las pocas espigas que haya,
las devorara el extranjero. Israel, en efecto, ha sido despreciado y tratado como un
vaso del que no se hace aprecio (v.8). A pesar de esto, la conducta de Israel es inexplicable, ya que ha ido a buscar a sus invasores (subieron
a Asiría, v.8),
y en esto se muestran menos inteligentes que el
onagro, que ama la soledad y la independencia8. En cambio,
Efraím (reino del norte) ha ido con dádivas tras los
amantes o invasores, probable alusión a las ofrendas que presentaban como tributo al coloso asirio 9. Con ello no hará sino acelerar la ruina de la nación y la cautividad. El profeta les anuncia que ésta ciertamente vendrá, aunque todavía subsistan como nación durante algún tiempo, para que experimenten la anarquía y el desorden interno político:
Aunque sean entregados a las naciones, al presente los guardo reunidos para que sufran algún tiempo la carga del rey y de los príncipes (v.10). El pueblo debe experimentar lo que supone la funesta política de las clases dirigentes 10. Antes de que llegue la
tempestad del cautiverio, deben probar
los vientos que la prepararon, es decir, la política suicida que los llevará a la catástrofe.
Después de aludir a la situación política, el profeta se vuelve de nuevo a la tragedia religiosa de aquel pueblo que ha abandonado a Yahvé para entregarse a la más crasa idolatría:
Efraím ha multiplicado sus altares para pecar (v.11). Los lugares de culto idolátrico no le han servido sino para facilitar toda clase de transgresiones contra la Ley recibida de Yahvé. Como consecuencia de esta defección en lo cultual, sobrevino la defección en la práctica de la Ley, pues los israelitas consideran las
palabras de la Ley divina como algo extraño a ellos, como
palabras de extranjeros. De nada les servirán sus
sacrificios y sus banquetes con motivo de los actos de culto, porque Yahvé
no se agrada de ellos (v.15). Dios quiere ante todo la entrega sincera de los corazones. Por su hipocresía y deslealtad los castigará, y reconocerán sus
iniquidades. Volverán a repetirse los tristes días de la servidumbre de Egipto (
volverán a Egipto),
si bien esta vez en el exilio de Mesopotamia.
El v.14 es muy semejante, por el estilo, a los oráculos de Amos 11, y puede ser una inserción hecha por un glosista, inspirada en los escritos del profeta de Tecoa. Israel y Judá se han creído fuertes, levantando
palacios y
ciudades fuertes, olvidándose de buscar la ayuda en su Hacedor; por eso serán castigados, y sus ciudades y palacios entregados al fuego. El texto alude a la destrucción de las ciudades de ambos reinos como efecto de la invasión asiría, que culminará en la ocupación de Samaría en 721 a.C. por Sargón II.
1 Así según un reajuste muy plausible del texto, propuesto por Hoonacker. El TM dice lit.: rotos Yahvé el becerro de Samaría, lo que es ininteligible. Los LXX: porque se descarriaba tu becerro, Samaría. 2 Cf.
Eze_10:1. Los invasores son frecuentemente comparados a aves de presa en la Biblia (
Deu_28:49;
Jer_48:40;
Hab_1:8). 3 Cf. 1 Re 12. 4 El texto está oscuro, y las traducciones no coinciden.
Bible de Jérusalem: Han subido a Asiría onagro que vive aislado . Efraím se ha comprado amantes. 5 La
Bible de Jérusalem: que se compren entre las naciones, yo voy a dispersarlos, y cesarán pronto de ungir reyes y príncipes. 6 El TM es oscuro. Un ligero cambio de letras da la versión, propuesta por Hoonacker. 7 Los LXX añaden: y comerán inmundicias en Asiría. 8 Cf.
Job_39:5-8. Probablemente el profeta ha escogido la comparación del
onagro por la paranomasia que hay en hebreo entre
Fere (onagro) y
Efraím. 9 Cf. 5:13; 7:11; 12:2. 10 La versión de los LXX supone otro original: y cesarán un poco de ungir reyes y gobernantes. La
Bible de Jérusalem: yo voy a dispersarlos, y cesarán pronto de ungir reyes y jefes. 11 Cf. Am c.1-2.