Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)
Salmo 71. Corro con Todas Mis Fuerzas En 1836 Charles Simeon se jubiló después de 54 años de ministerio en la Iglesia Holy Trinity, en Cambridge. Un amigo, al descubrir que seguía levantándose a las 4 de la mañana para encender su propio fuego y dedicar tiempo a estar a solas con Dios, le amonestó diciendo: Señor Simeon, ¿no le parece que ahora que se ha jubilado podría descansar un poco? ¿Qué?, contestó el anciano, ¡no he de correr con todas mis fuerzas justamente ahora que tengo a la vista el lugar de llegada! En este Salmo tenemos a otro anciano (9, 18) corriendo con todas sus fuerzas: maduro en su experiencia con Dios (5, 6, 17), todavía enfrentando desafíos y presiones (4, 13), dependiendo profundamente de la oración (1– 9, 12, 13), alzándose en alabanza (8, 14, 22– 24), dejando el futuro en las manos de Dios (19– 21), ávido de prolongar su testimonio (17, 18): un glorioso ejemplo para los jubilados, un retrato desafiante para todos. El Salmo cita a otros Salmos (1– 3, 31:1– 3; 4– 6, 22:9, 10; 12, 22:11; 13, 35:26, etc.) pero temática y circunstancialmente se agrupa con los Sal. 69 y 70 y concuerda perfectamente con la descripción de David sufriendo falsas acusaciones y espantosos ataques mientras que en sus últimos días se ocupaba de las preparaciones para la casa amada que sería construida.
1– 3 Oración estando en una posición segura. Se ha buscado refugio en Dios (1) pero también se renueva constantemente (3). Desde esta posición, la oración se expresa pidiendo reivindicación (1,
avergonzado, expuesto como un fraude, habiendo sido deshonrado públicamente) y socorro (2, 4).
2 Justicia. La salvación, o liberación nunca puede verificarse por medio de la contemporización dentro de la naturaleza divina (Isa. 45:21; Rom. 3:21– 26).
3 Fortaleza copia del 31:2. El heb. aquí dice habitación, o morada, un hogar en la roca.
Continuamente, ver vv. 6, 14, respectivamente siempre protegiendo, siempre alabando, siempre esperando.
4– 11 Cuidado divino para toda la vida. La oración pidiendo liberación se nutre de una experiencia de Dios que data más allá del recuerdo, disfrutada conscientemente a lo largo de su
juventud (5, 6) y, ahora, en la ancianidad deseada más que nunca al ir disminuyendo las fuerzas pero no la oposición (9, 10).
5 Esperanza, aquel en quien esperé con segura expectación.
Seguridad, el lugar en que descansaba mi fe.
6 Sustentado, ser mantenido.
7 Objeto de asombro. Las acusaciones en su contra (ver comentario de los Sal. 69, 70) hacen que la gente lo vea como una ejemplo de advertencia. Pero así como frente a sus agresores directos reacciona clamando a Dios (4, 5), cuando enfrenta la pérdida pública de su reputación reacciona encontrando nuevamente en Dios mi refugio, ¡y qué fuerte es! Así, lo que hubiera podido resultar en una profunda depresión se manifiesta más bien en alabanza (8).
10, 11 69:3 Revela un largo periodo de prueba en que Dios había permanecido en silencio y aun David se preguntaba si su rostro se habría apartado de él rechazándolo (69:17). Sus enemigos son rápidos en aprovechar esta circunstancia, pero ...
12– 16 Oración (12, 13, pidiendo la presencia divina y el fin de sus adversarios), descansando en esperanza (
esperaré, 14a) abunda en alabanza (
alabaré, 14b, 15) y se manifiesta en su sentido de seguridad. Los momentos cuando más necesitamos buscar a Dios (10, 11) no son siempre aquellos en que nuestra inclinación y energía hacen más fácil hacerlo. La búsqueda de Dios insistente, comprometida al verse ante un peligro es una característica principal de este Salmo (4 y 5, 7 y 8, 9– 12).
12 Apresúrate (70:1, 5).
13 Avergonzados ... vergüenza ... confusión. Sinónimos que significan haber perdido públicamente la reputación, sentirse decepcionado de sus esperanzas, cosechando vergüenza. Esta audacia en la oración ante una amenaza y peligro personal es algo que necesitamos recobrar.
15, 16 Aun siendo atacado y calumniado personalmente, David nada tiene que decir públicamente acerca de sí mismo; o sea como disculpa, justificación, etc. Todo su hablar es del Señor y sólo de él: su
justicia (perfecto en su carácter, digno de confianza en sus acciones, inamovible en sus propósitos),
salvación (poder y disposición de librar),
poderosos actos (fuerza conquistadora).
17– 21 Testimonio humano de toda la vida y el anhelo de que se prolongue. Emparejando los vv. 4– 11 con el tema de juventud ... ancianidad, la bondad de Dios a lo largo de la vida que allí se ve encuentra aquí su paralelo en compartir durante toda la vida, primero lo que
tú me has enseñado (17), la verdad revelada de Dios, luego sus
maravillas, sus actos salvíficos en el pasado (17), luego
tu brazo (18), su poder personal interviniendo en la vida de su pueblo.
19– 21 Ofrecen un resumen de lo que anhela compartir en el futuro acerca de Dios: su carácter, sus hechos del pasado, su ser incomparable (19; Exo. 15:11; Miq. 7:18– 20); sus extrañas providencias, sus propósitos dignos de confianza (20) y sus seguras recompensas (21).
22– 24 Respuesta de alabanza. El Salmo empezó con una oración (1– 3); en 12– 16 la oración se plasma en una alabanza. Ahora queda sólo la alabanza: por la fidelidad, santidad, redención, los actos de
justicia de Dios y las oraciones contestadas (22– 24,
cf. 13). A este ejercicio de alabanza David aporta sus dedos para tocar música, sus labios para cantar y se lengua para contar.
22 El
Santo de Israel, usado raramente fuera de Isaías (donde aparece unas 40 veces), este título contiene y junta dos conceptos: la santidad de Dios y su identificación con su pueblo. Llega a nosotros en toda la realidad de su naturaleza divina, se digna llamarnos suyos y permitirnos que a él lo llamemos nuestro.