Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
11. Anuncios de Castigo.
El juicio vengador de Yahvé sobre las naciones paganas (1-3).
1 ¡Abre, Líbano, tus puertas, que el fuego devora tus cedros 2 Gime, ciprés, porque ha caído el cedro, porque han sido abatidos los poderosos. ¡Gemid, encinas de Basan, porque es destruido el bosque impenetrable! 3¡Oyense lamentos de pastores por la ruina de sus riquezas! Oyense rugidos de leones por la ruina de la gloria del Jordán! La ruina de los grandes imperios es dramatizada de modo solemne en este bellísimo oráculo punitivo. Ha llegado la hora del castigo divino sobre los opresores que parecían omnipotentes. El
Líbano es símbolo de las grandes potencias x enemigas de Israel, porque con sus majestuosos cedros parecía simbolizar el orgullo y la insolencia entre los demás árboles modestos (pequeñas naciones). Ahora el profeta, en nombre de Yahvé, invita al llanto al Líbano, porque el fuego va a hacer presa de su colosal bosque. El mismo
ciprés (hermano menor del cedro) debe sentirse amenazado al ver al rey de la selva (el
cedro)
caer abatido.
Las
encinas de Basan (símbolo también de la robustez) deben sentirse amenazadas por el incendio que se va a declarar en el Líbano:
Gemid, porque es destruido el bosque impenetrable (v.2). La ruina es general, y hasta
la gloria del Jordán (v.3), la frondosidad exuberante que rodea al Jordán, sentirá el paso de la mano vengadora efe Yahvé. Como consecuencia, los pastores entonan lamentos desoladores al ver perdidas sus praderías, fuente de sus
riquezas. Y hasta los
leones que viven en la tupida maleza del Jordán (
gloria del Jordán)
lanzarán rugidos desesperados al perder sus habituales guaridas 2.
Con todos estos símbolos (
cedros del Líbano, encinas de Basan y leones del Jordán)
parece que el autor quiere dar a entender la ruina de las naciones enemigas de Israel. No obstante, algunos autores prefieren ver en este fragmento una alusión al castigo que espera a los dirigentes responsables de la ruina de Judá, los pastores y machos,Cabríos a que se alude en 10:3 3.
La alegoría del profeta pastor (4-14).
4 Así dice Yahvé, mi Dios: Apacienta las ovejas para el matadero, 5 las que matan los compradores impunemente, mientras sus vendedores dicen: ¡Bendito sea Yahvé, que me ha enriquecido ! sin que los pastores tengan piedad de ellas; 6 porque no tendré yo piedad de los moradores de la tierra, dice Yahvé, porque yo mismo entregaré a las gentes, cada uno en manos de su pastor y en las manos de su rey, y éstos devastarán la tierra, y yo no la libraré de sus manos. 7 Hícerrie, pues, pastor del rebaño de la matanza para los compradores del rebaño, y tomé dos cayados, dando al uno por nombre benevolencia y al otro unión y me puse a apacentar el rebaño. 8 En un mes hice desaparecer a tres pastores. Entonces tomé aversión del rebaño, el cual se hastió de mí, 9 y dije: No os apacentaré ya más; la que muera, que muera; la que se pierda, que se pierda, y las que queden, que se coman unas a otras. 10 Tomé luego mi cayado benevolencia y lo rompí, para deshacer el pacto que había concertado con todos los pueblos, 11 y quedó deshecho en ese día, y los mercaderes de ovejas que me observaban conocieron que aquello era cosa de Yahvé. 12 Yo les dije: Si queréis, dadme mi salario, y, si no, dejadlo; y me pesaron mi salario, treinta monedas de plata. 13 Y Yahvé me dijo: Tira al tesoro el rumboso precio en que te han apreciado. Y tomando las treinta monedas de plata, las tiré en la casa de Yahvé al tesoro 4. 14 Rompí luego el otro cayado, unión, para romper la hermandad entre Judá e Israel.
Esta profecía ha sido calificada por algún autor como la más enigmática del A.T. El profeta debe hacer el papel de
buen pastort representando a Yahvé; pero, en realidad, su misión, en vez de ser de
benevolencia, es de
justicia. El pueblo israelita es comparado a un rebaño destinado al matadero, sin que nadie tenga piedad de él: los compradores matan sus ovejas impunemente; los vendedores se alegran de su ganancia, y los mismos pastores no sienten compasión por ellas (v.4-5). El profeta debe presentarse como pastor de este rebaño destinado al matadero.
Yahvé entregará a las
gentes del país en manos de
pastores y
reyes, que los tratarán como reses destinadas al degüello, sin compasión alguna (v.6). Y Yahvé no les prestará auxilio:
no los libraré de sus manos. El profeta, como emisario de Yahvé, se presenta como el
pastor del rebaño de la matanza (es decir, del pueblo judío, destinado al sacrificio). Como
pastor, tomó dos
cayados 5
, que con sus nombres simbolizan la misión de
benevolencia hacia las ovejas y de
unión entre ellas que debiera en principio mantener. Yahvé le había establecido para ser
pastor cuidadoso de su
rebaño, que debe mantener unido; pero las circunstancias exigen que su misión de
benevolencia y unión sea cambiada
en una misión justiciera de castigo, como a continuación se indica.
El v. 8 es sumamente enigmático y ha sido muy diversamente interpretado. Los tres
pastores que desaparecen en
un mes en virtud de la intervención del
pastor-profeta, representante de Dios, al castigar a su pueblo, parecen ser los dirigentes indignos de Judá
en general. El número
tres sería, pues, meramente simbólico. Quizá el hagiógrafo, al redactar esta profecía, haya pensado en la narración de
Jer_22:6s, donde se habla de
pastores que serán aventados a la cautividad. Justamente en este capítulo de Jeremías aparecen los símiles del
Líbano, Galaad y
Basan 6 para designar a la clase directora, responsable de la catástrofe de Judá.
Por otra parte, se habla en este mismo capítulo de
tres reyes de Judá que serán castigados por Yahvé:
Joacaz, deportado a Egipto, donde morirá;
Joaquim, que no tendrá sepultura real, y
Jeconias, que será llevado en cautividad. Zacarías, pues, bien pudo calcar su profecía sobre la de Jeremías, de cuyo profeta depende frecuentemente en la formulación de sus oráculos7. En ese caso, los
tres pastores serían, pues, los dirigentes depravados de Judá, que no se preocupan de su grey y venden sus ovejas para el matadero. El término de
un mes dado para la desaparición de los
pastores hay que tomarlo también simbólicamente por un
breve lapso de tiempo 8.
Por la mala conducta, el profeta-pastor, representante de Yahvé, sintió aversión hacia el rebaño, y a su vez el rebaño se desentendió de su verdadero Pastor (v.8b). Consecuencia de ello es que el
profeta-pastor abandona el cuidado de su grey, dejándola a su suerte: la
que muera, que muera. (v.8), alusión a la ruina de Judá, que culminó en la cautividad babilónica. El autor está trabajando con datos históricos, adaptándolos a la situación presente. El
profeta-pastor, que tenía por misión apacentar normalmente a su grey con los cayados de la
benevolencia y de la
unión para protegerla, los rompió (v.10), renunciando así a su misión de pastor, guardián, y convertirse en
juez castigador de su grey.
Como
profeta-pastor, debía atraer a sus ovejas (Judá e Israel) a Dios con la
benevolencia y la
unión o conciliación; pero ante la falta de correspondencia de los componentes de su grey, tan cuidadosamente guardada, se desentiende de ella y la abandona a su suerte, rompiendo el pacto sellado con los
pueblos o naciones gentiles, en el que había concertado que 110 atacaran a Judá. Desde entonces el pastor se comporta como un
mercenario, que pone en venta sus ovejas, diciendo a los
mercaderes: si queréis, dadme mi salario, y si no, dejadlo (v.12). Es de notar el tono displicente del
pastor-profeta. Sólo le interesa liquidar de cualquier modo para verse libre del oficio de
pastor de su rebaño. Las deja a cualquier precio, sin apelar a estipulaciones anteriores.
Los mercaderes le dan lo equivalente al precio de un esclavo:
treinta monedas de plata (v.12) 9. El evangelista San Mateo ve en este número una semejanza con las
treinta piezas de plata, o siclos, por los que Judas vendió a Jesús, y ve en ello el cumplimiento de una antigua profecía, que cita libremente juntamente con otra de Jeremías, al que atribuye todo el vaticinio 10. El texto es clásico para ver la libertad con que los autores del í. Ô. argumentan al aducir textos del A.T. En nuestro caso, la relación entre el texto de Zacarías y el del Evangelio puede establecerse apelando al sentido típico o al acomodaticio, que utiliza muchas veces San Mateo n. El evangelista relaciona el
campo del alfarero, comprado con las
treinta piezas de plata de Judas, con lo que se dice en
Zac_11:13 :
Tira al alfarero (según el TM)
el rumboso precio en que te han apreciado. Es una mera relación de semejanza, basada en el nombre de
alfarero, que en realidad en el contexto de Zacarías aparece totalmente extraño.
Creemos que debe adoptarse la lectura de
tesoro, que encaja mejor con la
casa de Yahvé del v.15b. El templo era también el depósito del peculio público y de los individuos en los tiempos posexílicos. En la frase de Yahvé al pastor-profeta hay un deje de ironía:
Tira al tesoro (de la casa de Yahvé)
el rumboso precio en que te han apreciado. La labor del
pastor ha sido pagada con el bajo precio de un esclavo (
treinta monedas de plata).
No merece, pues, que conserve esa exigua e insultante cantidad, y, por tanto, debe entregarla al erario público. Naturalmente, todo esto es simbólico,
y significa la ingratitud del pueblo israelita para con su pastor-profeta, que hacía las veces de su Dios. Israel no ha querido ser gobernado con el cayado de la
benevolencia, y lo será con el de la justicia. Por otra parte, la consecuencia de su defección de Yahvé ha sido la separación de las doce tribus en dos reinos, Israel y Judá. El
pastor-profeta, para indicar esta separación, rompió su cayado llamado
unión (v.14). Con esto se quiere decir contundentemente que Yahvé se desentiende de su pueblo como
Pastor.
El pastor insensato (15-17).
15 Y Yahvé me dijo: Hazte también el pastor insensato, 16 pues he aquí que voy a suscitar un pastor en la tierra que no se cuidará de que desaparezcan, y no buscará a las descarriadas, ni curará a las heridas, ni alimentará a las fuertes, pero se comerá las gordas y les arrancará las uñas. 17 ¡Ay del pastor inútil, que abandona el rebaño! (Descargará) la espada sobre su brazo derecho, se secará del todo su brazo y quedará ciego totalmente su ojo derecho.
Como antes el profeta tuvo que hacer de
pastor que quiso gobernar su grey con
benevolencia y
unión, pero al fin tuvo que abandonarla a la justicia y a la ruina por culpa de sus ovejas, así ahora el profeta debe encarnar simbólicamente al pastor insensato, que no se cuidará de sus ovejas, sino que se aprovechará de ellas, matando las más gordas.
¿Quién es este pastor insensato? Como para la identificación de los tres pastores que desaparecen
Deu_11:8, también aquí se proponen diversos nombres históricos. Se ha propuesto algún jefe político infiel de los tiempos posexílicos, y parece que en su descripción el profeta dependiente de Jeremías utilizó como modelo la figura histórica del desgraciado rey Sedecías (598-586 a.C.), el cual llevó una política suicida al enfrentarse con Babilonia. Al entrar los caldeos en Jerusalén huyó cobardemente, y fue apresado por las tropas de Nabucodonosor y trasladado al cuartel general de Ribla, donde le sacaron los ojos a presencia del conquistador babilonio. El v.17 puede ser una alusión a este lastimoso hecho.
1 Cf.
Isa_10:333; Ez c.31. 2 La expresión orguíío o
gloria del Jordán para significar la maleza espesa sus riberas aparece en
Jer_12:5;
Jer_12:44,
Jer_12:191 50.44- 3 Así Hoonacker, o.c., p.671. Supone que estos v.i-3 son la respuesta a 9:16b ; selvática de 10.2-3ab. 4
Tesoro, según el Siríaco y Targum, seguido por la
Bib. de Jér. Los LXX: al horno. La palabra hebrea
yoser (alfarero) del TM es semejante a
Oser (tesoro), 5 La sugerencia de los
dos cayados puede depender de los dos
bastones de
Eze_37:15. 6 Cf.
Jer_22:6.20. 7 En
Jer_22:9 se habla también de la ruptura del pacto como en
Zac_11:10. 8 S. Bullough resume así las distintas identificaciones propuestas para los misteriosos tres pastores: Se propone para antes de 722 a Zacarías, Sellum y Menajem (2 Re 15); para antes de 286, a Joaquim, Joaquín (Jeconías) y Sedecías, o a Joacaz (Sellum), Joaquim y Je-conías (2 Re 23-24; Jer 22). Para la época persa, tres sumos sacerdotes desconocidos (Driver); para el período macabeo, Jasón, Menelao y Lisfmaco (2 Mac 4), o los hijos de Tobías, o bien los satélites de Simón el benjaminita que lucharon contra Onías (2 Mac 3) (Kennett). Otros sugieren tres potencias extranjeras, tales como los asirios, los babilonios, los persas, o bien los persas, los griegos y los romanos, o bien tres reyes opresores, como los seléucidas Antío-co IV Epífancs, Antíoco Eupator y Demetrio I (Wright). Cf.
Verbum Dei II n.5510. 9 Cf.
Exo_21:32. Son treinta siclos, equivalentes a unos 20 dólares. 10 Cf.
Mat_27:8 : Y tomaron treinta piezas de plata, el precio en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los hijos de Israel, y las dieron por el campo del
Alfarero, como el Señor me lo había ordenado. 11 Cf.