Joel  2 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 32 versitos |
1 ¡Toquen la trompeta en Sión, den la alarma en mi santo monte! Tiemblen todos los que habitan el país, porque viene el día del Señor; está ya a las puertas: º
2 día de oscuridad y de tinieblas, de nubarrones y densa niebla. Como el amanecer sobre los montes, así avanza un pueblo fuerte y numeroso; nunca antes hubo otro como él, ni volverá a existir después por muchas generaciones que pasen. º
3 Su vanguardia es fuego consumidor, llama abrasadora su retaguardia. Antes de su paso, era el país un paraíso; después, todo es estepa desolada: nada se escapa ante él. º
4 Similar a los caballos es su aspecto, cabalgan como si fueran jinetes.
5 Retumban como carros de guerra, saltan por las cimas de los montes; son igual que el crepitar del fuego cuando consume el rastrojo; igual que un pueblo poderoso dispuesto para el combate.
6 Ante él tiemblan los pueblos, palidecen todos los semblantes.
7 Avanzan como valientes, cual guerreros escalan la muralla; cada uno marcha en su fila, sin desviarse de su trayectoria;
8 ninguno estorba al compañero, avanza cada cual por su camino; aunque caigan flechas a su alrededor, no rompen la formación.
9 Invaden la ciudad, escalan la muralla; asaltan las casas irrumpiendo como ladrones a través de las ventanas.
10 En su presencia tiembla la tierra, los cielos se estremecen, el sol y la luna se oscurecen y dejan de brillar las estrellas. º
11 El Señor alza la voz al frente de su ejército; son innumerables sus tropas y fuerte el que ejecuta su palabra. El día del Señor es grandioso y temible: ¿quién podrá resistirlo? º
12

Llamada al arrepentimiento

Ahora, pues, —oráculo del Señor— vuélvanse hacia mí de todo corazón, con ayuno, lágrimas y lamento.
13 Rasguen su corazón en lugar de sus vestidos; vuélvanse al Señor, su Dios, que es misericordioso y compasivo, lento para airarse y lleno de amor, siempre dispuesto a no hacer mal. º
14 Quizá se decida a no hacer daño y a sembrar bendiciones a su paso: ofrendas y libaciones para el Señor, su Dios. º
15 ¡Toquen la trompeta en Sión! decreten un ayuno, convoquen una asamblea; º
16 congreguen al pueblo, santifiquen la asamblea, reúnan a los ancianos, junten a los niños, incluso a los que aún maman; salga de la alcoba el esposo y la esposa de su lecho nupcial.
17 Lloren los sacerdotes entre el atrio y el altar; digan los servidores del Señor: “Perdona, Señor, a tu pueblo; no expongas tu heredad al oprobio ni a la burla de los paganos. Que no se diga entre los pueblos: ¿dónde está su Dios?”. º
18

Respuesta del Señor

Lleno de amor por su tierra, el Señor se compadeció de su pueblo
19 y le respondió diciendo: Voy a enviarles trigo, vino y aceite hasta que estén saciados; nunca más los expondré al oprobio de los paganos. º
20 Alejaré de ustedes al enemigo del norte * haré que se disperse por terrenos áridos y desolados: su vanguardia hacia el mar Oriental, hacia el Occidental * su retaguardia; despedirá hedor y pestilencia, porque ha hecho cosas tremendas º.
21 No teman, campos de cultivo, regocíjense y alégrense: el Señor hará cosas grandiosas.
22 No teman, bestias del campo; reverdecerán los matorrales de la estepa, los árboles producirán su fruto, darán su riqueza la vid y la higuera.
23 También ustedes, habitantes de Sión, regocíjense y alégrense en el Señor, su Dios, pues les ha dado la lluvia oportuna º en otoño y derramará sobre ustedes como antaño las lluvias de otoño y primavera.
24 Las eras se llenarán de trigo, los lagares rebosarán de vino y aceite.
25 Los compensaré por aquellos años en que todo lo arrasaron la “recolectora”, la “lamedora”, la “devoradora” y la “devastadora º”, aquel inmenso ejército que envié contra ustedes. º
26 Comerán hasta quedar saciados y alabarán el nombre del Señor, su Dios, que hizo portentos con ustedes. Y nunca jamás mi pueblo volverá a quedar cubierto de oprobio.
27 Tendrán que reconocer así que estoy en medio de Israel y que yo, y ningún otro, soy el Señor, su Dios. Y nunca jamás mi pueblo volverá a quedar cubierto de oprobio. º
28 (Jl 3:1)

Acontecimientos anunciadores del día del Señor

Después º de estos sucesos, derramaré mi espíritu sobre todo ser humano: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, soñarán sueños sus ancianos, y sus jóvenes verán visiones.
29 (Jl 3:2) También sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días.
30 (Jl 3:3) Haré prodigios en el cielo y en la tierra: habrá sangre, fuego y columnas de humo;
31 (Jl 3:4) el sol se convertirá en tinieblas y la luna se volverá roja como sangre ante la llegada del día del Señor, día grandioso y temible. º
32 (Jl 3:5) Pero todo el que invoque al Señor alcanzará la salvación, porque habrá un resto de liberados en la montaña de Sión y en Jerusalén según lo ha dicho el Señor: serán los supervivientes a quienes ha escogido el Señor. º

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Introducción a Joel 

INTRODUCCIÓN


1. Trasfondo histórico-cultural


El texto mismo atribuye la autoría a Joel, cuyos datos biográficos nos son totalmente desconocidos, con la excepción de su filiación: hijo de Petuel. No obstante, la lectura del libro permite aventurar la verosimilitud de algunos rasgos de Joel: procedía probablemente del Reino de Judá y su predicación se desarrolló en Jerusalén; conocía los escritos de profetas precedentes a él, lo cual permite caracterizarlo como un hombre culto de su época. Algunos comentaristas afirman que Joel fue un profeta cultual, dado su interés por el Templo y el sacerdocio.


El libro no contiene ninguna alusión al Reino del Norte, ni a pueblos tales como el sirio, el babilonio o el asirio, en contraste con las menciones que se hacen de Egipto y Edom, así como las dedicadas a los fenicios, griegos, filisteos y sabeos. Tampoco hay ninguna referencia a la monarquía; son los ancianos y los sacerdotes los que aparecen como el estamento gobernante.


2. Aspectos literarios


Dada la carencia de indicaciones históricas precisas, se ha intentado datar el libro mediante criterios diversos: estilo, situación interna de Judá, apuntes sobre el contexto internacional. Para algunos comentaristas el libro habría sido escrito entre los siglos VI y III a. C. Lo más probable es que el libro deba datarse en la época postexílica, a finales del s. V a. C. o en la primera mitad del s. IV, debido a las menciones de la ofrenda del tamid (Joe 1:9; Joe 1:13; Joe 2:14) — que era una institución postexílica — , así como la probable referencia a la deportación en Joe 3:1-2. La mayoría de los comentaristas apoya la autoría única, sin perjuicio de que algún fragmento (Joe 3:1; Joe 3:4-8; Joe 3:18-21) pueda ser considerado como interpolación posterior. El autor posee unas dotes poéticas de gran altura y es buen conocedor de los escritos proféticos anteriores a él, según se aprecia en los múltiples paralelismos que se descubren con Isaías (cp. Isa 13:1-22), Jeremías (cps. Jer 4:1-31; Jer 5:1-31; Jer 6:1-30 y Jer 46:1-28), Ezequiel (cps. Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32), Abdías (v. Abd 1:17), Sofonías (cps. Sof 1:1-18; Sof 2:1-15) y Malaquías (cp. Mal 3:1-18). La gran originalidad del autor se encuentra en que, partiendo de la contemplación de un presente de desgracia y ruina, no duda en proclamar el anuncio apocalíptico del día del Señor.


3. Contenido y dimensión religiosa


Desde la experiencia de una serie de desastres naturales, el profeta trasciende el ámbito de la historia presente y anuncia el fatídico y espectacular día del Señor que traerá la liberación política y la prosperidad económica de Judá, junto con un severo juicio y el correspondiente castigo para las naciones que habían oprimido a Judá.


El profeta Joel considera, al igual que Sofonías y Jeremías, que el día del Señor será terrible; sin embargo, a diferencia de ellos anuncia salvación y bendición porque está persuadido de que el Señor es compasivo y clemente, paciente y misericordioso (Joe 2:13) con todos aquellos que se arrepienten de su conducta y se convierten a los caminos del Señor (Joe 2:14). De este modo, Joel conecta con el tono más esperanzado y consolador de Ezequiel o del Deuteroisaías, y con el anuncio de un mundo nuevo proclamado por Ezequiel, Ageo y Zacarías.


Es de subrayar el nacionalismo exacerbado de este profeta, tan en contraste con el mensaje universalista de Jonás. Además, puede extrañar que el llamamiento a la conversión no tenga exigencias éticas ni sociales, reduciéndose al ámbito de lo cultual. Como contrapartida a todo ello, cautiva su comprensión del carácter perdonador y liberador del Señor, y su promesa de una efusión ilimitada del Espíritu que anticipa la experiencia de la Iglesia primitiva en Pentecostés (Hch 2:4-21).


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Notas

Joel  2,1Joe 1:15.


Joel  2,2Sof 1:5.
Joel  2,3Joe 1:19; Gén 2:8 ss.
Joel  2,10Joe 3:15 s.
Joel  2,11Joe 2:31; Apo 6:17.
Joel  2,13Éxo 34:6; Núm 14:18; Jon 4:2; Sal 86:15; Sal 103:8; Sal 145:8; Miq 7:18.
Joel  2,14Joe 1:9; Joe 1:13; Éxo 32:14; 2Sa 12:22; Jon 3:9.
Joel  2,15Joe 1:14.
Joel  2,17Sal 79:10.
Joel  2,19Deu 7:13; Deu 11:14.
Joel  2,20— enemigo del norte: Probable referencia al pueblo asirio.

— mar Oriental y Occidental: Se trata respectivamente del Mar Muerto y del mar Mediterráneo.

— porque ha hecho cosas tremendas: En realidad, es una frase de significación ambigua, ya que podría referirse tanto a las acciones crueles y soberbias de Asiria (así se refleja en la traducción adoptada) como a la actuación del Señor, en paralelismo con el v. Joe 2:21; en esta segunda hipótesis, la traducción debería ser más bien: porque (el Señor) ha realizado grandes hazañas.
Joel  2,23— oportuna: Lit. según justicia, es decir, en su justa medida. Sin embargo, algunas versiones antiguas (siriaca, Vulgata y otras) traducen la frase como maestro de justicia. Esta última versión, junto con el texto de Ose 10:12 habría sido, según opinión de algunos comentaristas, la base para la expectativa esenia (Qumrán) respecto a la aparición de un personaje al que denominaron Maestro de Justicia.
Joel  2,25— ... la devastadora: Ver nota en Joe 1:4.
Joel  2,25Joe 1:4.
Joel  2,27Deu 4:35-39.
Joel  2,28-32— Después... alcanzará la salvación: Este fragmento es empleado por el apóstol Pedro en el discurso recogido en Hch 2:17-21 como profecía de referencia que encuentra su cumplimiento en Pentecostés. Sin embargo, el trasfondo del texto de Joel tiene un carácter amenazador (vv. Joe 2:30-31).
Joel  2,31Joe 2:11; Apo 6:12.
Joel  2,32Isa 37:32; Abd 1:17; Rom 10:13.