Genesis 20 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 18 versitos |
1 Abraham partió de allí para la tierra del Négueb, y habitó entre QadéS y Sur, y luego moró en Guerar.
2 Como Abraham decía de Sara, su mujer: Es mi hermana, Abimélek, rey de Guerar, envió a tomar a Sara.
3 Pero Dios vino a Abimélek en sueños durante la noche, y le dijo: Mira que vas a morir por causa de la mujer que has tomado, pues ella está sometida a marido.
4 Abimélek, que no se había acercado a ella, dijo: Señor mío, ¿matarás a un gentil que es inocente?
5 ¿No me dijo él: Es mi hermana? ¿ Y no me ha dicho también ella: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y pureza de mis manos hice yo esto.
6 Díjole Dios en el sueño: Yo también sé que con sencillez de tu corazón has hecho esto, y he sido también yo el que te ha impedido que pecaras contra mí; por eso no te permití que la tocaras.
7 Ahora, pues, devuelve la mujer de este hombre, pues él es un profeta, y orará por ti, y vivirás. Si no la devuelves, sabe que de cierto morirás, tú y todos los tuyos.
8 Se levantó Abimélek de madrugada, llamó a todos sus servidores y les contó todas estas cosas; y aquellos hombres se llenaron de pavor.
9 Después Abimélek llamó a Abraham y le dijo: ¿Qué es lo que has hecho con nosotros? ¿En qué pequé contra ti para que hayas atraído sobre mí y sobre mi reino tan enorme pecado? Has hecho conmigo lo que no debe hacerse.
10 Y Abimélek continuó diciendo a Abraham: ¿Qué pretendías al obrar de esta manera?
11 Replicó Abraham: Dije para mí: Como en este lugar seguramente no existe temor de Dios, me matarán por causa de mi mujer.
12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, pero no de mi madre, y la tomé por mujer.
13 Sucedió, pues, que cuando Dios me hizo salir errante lejos de la casa de mi padre, le dije a ella: Me harás este favor: adonde quiera que vayamos, dirás: Es mi hermano.
14 Tomó entonces Abimélek ganado menor y mayor, siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara, su mujer.
15 Dijo Abimélek a Abraham: Ahí tienes mi país ante tus ojos; habita donde bien te parezca.
16 Y a Sara le dijo: He entregado mil siclos de plata a tu hermano, lo que será para ti un velo sobre los ojos de los que están contigo, y así tú quedarás justificada plenamente.
17 Rogó Abraham a Dios; y Dios sanó a Abimélek, a su mujer y a sus siervas, para que pudieran tener hijos;
18 pues Yahvéh había cerrado todo seno en la casa de Abimélek, por causa de Sara, mujer de Abraham.

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas