Exodo  3 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 22 versitos |
1 Apacentaba Moisés el rebaño de Yetró, su suegro, sacerdote de Madián; condujo el rebaño más allá del desierto y llegó hasta la montaña de Dios, Horeb.
2 Se le apareció el ángel de Yahvéh en una llama de fuego, en medio de una zarza; y vio Moisés que la zarza ardía en el fuego, pero no se consumía.
3 Díjose entonces Moisés: Voy a ir a ver ese gran prodigio: por qué no se consume la zarza.
4 Viendo Yahvéh que se acercaba para mirar, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y le dijo: ¡Moisés, Moisés! El respondió: Heme aquí.
5 Y le dijo: No te acerques acá, y quítate de los pies las sandalias; pues el lugar donde estás, tierra santa es.
6 Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque temía fijar su mirada en Dios.
7 Dijo Yahvéh: He visto muy bien el sufrimiento de mi pueblo en Egipto, y he escuchado las quejas que le arrancan los capataces de obras. Conozco bien sus angustias.
8 Yo he bajado para liberarlo de la mano de los egipcios y hacerle subir de ese país a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar donde viven los cananeos, los hittitas, los amorreos, los perizeos, los jivveos y los yebuseos.
9 Ahora que el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí y he visto también la tiranía con que los egipcios los oprimen,
10 ponte en camino y te enviaré al Faraón para que hagas salir de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel.
11 Dijo Moisés a Dios: ¿Quién soy yo para ir al Faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?
12 Y le respondió: Yo estaré contigo; y ésta será la señal de que yo te he enviado: Cuando tú hayas sacado al pueblo fuera de Egipto, rendiréis culto a Dios en esta montaña.
13 Dijo Moisés a Dios: Sí; yo iré a los hijos de Israel y les diré: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Pero, si me preguntan cuál es su nombre, ¿qué les responderé?
14 Dijo Dios a Moisés: Yo soy el que soy. Así hablarás a los hijos de Israel: El «Yo soy» me envía a vosotros.
15 Y siguió diciendo Dios a Moisés: Así hablarás a los hijos de Israel: Yahvéh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre; éste es mi título de generación en generación.
16 Ve, reúne a los ancianos de Israel, y diles: Yahvéh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado, y sé cómo se os trata en Egipto;
17 y he dicho: Yo os haré subir de la humillación de Egipto a la tierra de los cananeos, de los hittitas, de los amorreos, de los perizeos, de los jivveos y de los yebuseos, a un país que mana leche y miel.
18 Y ellos escucharán tu palabra, y tú, con los ancianos de Israel, irás al rey de Egipto, y le diréis: Yahvéh, el Dios de los hebreos, se nos apareció. Por tanto, deja que vayamos camino de tres días por el desierto para sacrificar a Yahvéh, nuestro Dios.
19 Sé muy bien que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano poderosa.
20 Pero yo extenderé mi mano: heriré a Egipto con toda suerte de prodigios que yo haré en medio de ellos, y entonces os dejará salir.
21 Yo haré que este pueblo halle gracia a los ojos de los egipcios; y sucederá que, cuando os vayáis, no saldréis con las manos vacías,
22 sino que cada mujer pedirá prestados a su vecina y a la inquilina de su casa objetos de plata, de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios.

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Introducción a Exodo 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas