Ezequiel  37 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 28 versitos |
1 La mano de Yahvéh se posó sobre mí. Yahvéh me sacó fuera en espíritu y me dejó en medio de una llanura que estaba llena de huesos.
2 Me hizo pasar alrededor de todos ellos y vi que había muchísimos a lo largo de la llanura. Estaban completamente secos.
3 Me dijo: Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos? Contesté: Señor Yahvéh, tú lo sabes.
4 Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos y diles: Escuchad, huesos secos, la palabra de Yahvéh.
5 Así dice el Señor Yahvéh a estos huesos: Mirad, voy a infundiros aliento, y reviviréis.
6 Os cubriré de tendones, os recubriré de carne, os revestiré de piel, os daré aliento, y reviviréis, y sabréis que yo soy Yahvéh.
7 Profeticé, pues, como se me había mandado. Ahora bien, mientras profetizaba, se produjo un ruido, un estremecimiento. Los huesos se ensamblaron, cada hueso con su hueso.
8 Cuando me di cuenta, ya estaban sobre ellos los tendones, la carne los recubría y la piel los revestía por encima; pero no había en ellos aliento.
9 Me dijo: Profetiza al aliento, profetiza, hijo de hombre, y di al aliento: Así dice el Señor Yahvéh: ¡Ven, soplo, de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que revivan!
10 Profeticé como se me había mandado, y entonces entró en ellos el aliento, y revivieron y se pusieron de pie. Era un ejército inmenso.
11 Después me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Mira lo que dicen: Se han secado nuestros huesos, se acabó nuestra esperanza, estamos perdidos.
12 Profetiza, pues, y diles: Mirad: voy a abrir vuestras tumbas, os sacaré de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel.
13 Sabréis que yo soy Yahvéh, cuando abra vuestras tumbas y os saque de vuestras tumbas, pueblo mío.
14 Pondré mi espíritu en vosotros, y reviviréis. Os estableceré en vuestra tierra; y sabréis que yo, Yahvéh, lo he dicho y lo he hecho - oráculo de Yahvéh -.
15 La palabra de Yahvéh me fue dirigida en estos términos:
16 Tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella: Para Judá y para los hijos de Israel que hay en él. Toma luego otra vara y escribe en ella: Para José - vara de Efraím - y toda la casa de Israel que hay en él.
17 Junta la una con la otra, para que formen una sola vara, de modo que sean una sola cosa en tu mano.
18 Cuando los hijos de tu pueblo te digan: ¿No quieres explicarnos lo que intentas con esas cosas?
19 Respóndeles: Así dice el Señor Yahvéh. Mirad: voy a tomar la vara de José - que está en la mano de Efraím - y las tribus de Israel que hay en él, y voy a poner sobre ella la vara de Judá, para formar con ellas una sola vara, de modo que sean una sola cosa en mi mano.
20 Cuando las varas en que hayas escrito estén en tu mano, ante sus ojos,
21 les dirás: Así dice el Señor Yahvéh. Mirad: voy a tomar a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido y a recogerlos de todas partes, para llevarlos a su país.
22 Haré con ellos una sola nación en el país, en los montes de Israel, y un solo rey será el rey de todos ellos. Ya no serán dos naciones ni volverán más a dividirse en dos reinos.
23 No se contaminarán más con sus ídolos ni con sus abominaciones ni con ninguno de sus crímenes, porque los libraré de todas las infidelidades que cometieron, y los purificaré; y entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; procederán según mis normas y observarán mis leyes poniéndolas en práctica.
25 Residirán en el país que le di a mi siervo Jacob, en el cual residieron vuestros padres; en él vivirán para siempre ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos; y mi siervo David será siempre su príncipe.
26 Haré con ellos una alianza de paz; será una alianza eterna con ellos. Los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre.
27 Mi morada estará entre ellos: yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
28 Y las naciones sabrán que yo soy Yahvéh que santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.

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Introducción a Ezequiel 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas