Ester  1 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 22 versitos |
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ESTER, REINA DE PERSIA (1-2)


1a

Sueño de Mardoqueo

El año segundo del reinado de Asuero el Grande, el día primero de nisán, Mardoqueo, hijo de Yaír, hijo de Semeí, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, tuvo un sueño.
1b Este judío, residente en la ciudad de Susa, hombre ilustre que servía en el palacio real,
1c era uno de los deportados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado al destierro desde Jerusalén con Jeconías, rey de Judá.
1d Este fue su sueño. Gritos y tumultos, truenos y terremotos, confusión en la tierra.
1e Entonces aparecieron dos grandes dragones, dispuestos para el combate. Lanzaron un rugido,
1f y todos los pueblos, al oírlo, se prepararon para luchar y para combatir al pueblo de los justos.
1g Fue un día de oscuridad y tinieblas, de tribulación y angustia, de quebranto y de gran confusión en la tierra.
1h Todo el pueblo de los justos se aterrorizó: temía la propia ruina y se preparó para morir. Pero clamaron a Dios.
1i En respuesta a su clamor, de una pequeña fuente nació un río caudaloso, enorme.
1k Apareció una luz y salió el sol; los oprimidos se alzaron y devoraron a los grandes.
1l Una vez despierto, Mardoqueo recordaba perfectamente el sueño y quiso saber lo que Dios tenía previsto hacer y estuvo dando vueltas al sueño hasta la noche, intentando descifrarlo.
1m

Mardoqueo descubre la conjura contra el rey

Se alojaba Mardoqueo en el palacio con Bigtán y Teres, los dos eunucos del rey que vigilaban el palacio.
1n Escuchó sus proyectos, averiguó su plan, y descubrió que estaban preparando un atentado contra el rey Asuero. Él se lo hizo saber al rey.
1o El rey interrogó a los dos eunucos y, después de que confesaron, fueron ejecutados.
1p El rey hizo registrar estos acontecimientos para que fueran recordados; también Mardoqueo escribió sobre estos hechos.
1q El rey constituyó a Mardoqueo funcionario del palacio y le concedió regalos por este favor.
1r Amán, hijo de Hamdatá, bugueo, era muy valorado por el rey e intentaba perjudicar a Mardoqueo y a su pueblo a causa del asunto de los dos eunucos del rey.
1

Caída de la reina Vasti

Esto sucedió en tiempos de Asuero, que reinó sobre ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía.
2 Tenía su trono en la ciudadela de Susa.
3 El año tercero de su reinado, el rey ofreció un banquete a todos los jefes y cortesanos, a los oficiales del ejército de Persia y Media, a los nobles y a los gobernadores de las provincias.
4 Durante mucho tiempo, a saber, ciento ochenta días, hizo ostentación de la magnífica riqueza de su reino y del grandioso esplendor de su majestad.
5 Pasados aquellos días, el rey ofreció a todos los que se hallaban en la ciudadela de Susa, nobles o plebeyos, un banquete de siete días en los jardines del palacio real.
6 Había columnas de alabastro, de las que pendían cortinajes de color blanco y púrpura, sujetos a unas anillas de plata por medio de cordones de lino y púrpura; había también divanes de oro y plata sobre un pavimento de mosaico hecho de malaquita, alabastro, nácar y turquesa.
7 El vino, servido en copas de oro de diversas formas, corría con la abundancia que corresponde a un rey.
8 A nadie se obligaba a beber, pues el rey había ordenado a todos los sirvientes de su palacio que no forzaran la voluntad de nadie.
9 También la reina Vasti ofreció un banquete a las mujeres en el palacio del rey Asuero.
10 El día séptimo, Asuero, con el corazón ya alegre por el vino, mandó a Mehumán, Bizetá, Jarboná, Bigtá, Abagtá, Zetar y Carcás, los siete eunucos destinados al servicio personal del rey,
11 que llevaran ante su presencia a la reina Vasti, adornada con la corona real, para que la gente y los nobles pudieran admirar su hermosura, pues era realmente una mujer muy hermosa.
12 Pero la reina Vasti se negó a obedecer la orden que le comunicaron los eunucos. El rey se encolerizó y se encendió su ira.
13 Entonces decidió consultar a los expertos en leyes, pues era costumbre discutir con ellos los asuntos regios.
14 Llamó, pues, a Carsená, Setar, Admatá, Tarsis, Meres, Marsená y Memucán, los siete grandes de Persia y Media, que formaban parte del consejo real y ocupaban los primeros puestos en el reino,
15 y les preguntó: «Según la ley, ¿qué medida se debe adoptar con la reina Vasti por haberse negado a obedecer la orden del rey Asuero que le comunicaron los eunucos?».
16 Respondió Memucán en presencia del rey y de los nobles: «La reina Vasti ha cometido una falta, y no solo contra el rey, sino también contra los gobernantes y súbditos de todas las provincias del rey Asuero.
17 Porque se enterarán todas las mujeres de lo que ha hecho la reina, perderán el respeto a sus maridos y dirán: “El rey Asuero ordenó que la reina Vasti se presentara ante él, pero ella no fue”.
18 Y hoy mismo, las mujeres de los nobles de Persia y Media, que ya conocen la conducta de la reina, se rebelarán contra sus maridos. ¡Cuántos desprecios y riñas se producirán!
19 Si el rey lo tiene a bien, promulgue un decreto irrevocable que se incluya en la legislación de los persas y los medos: Vasti no volverá a presentarse ante el rey y el rey concederá el título de reina a otra mujer más digna que ella.
20 Cuando ese decreto sea conocido en todos los rincones del reino, todas las mujeres respetarán a sus maridos, nobles o plebeyos».
21 El consejo de Memucán agradó al rey y a los nobles, y el rey actuó en consecuencia.
22 Envió cartas a todas las provincias del reino, a cada provincia en su escritura y a cada pueblo en su lengua, ordenando que fuera el marido quien mandara en su casa.

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Introducción a Ester 

ESTER

El nombre de la heroína del relato da título a esta obra. Ella salvará al pueblo judío de la destrucción que le amenaza a causa de Amán, primer ministro de Asuero, rey de Persia. Aunque el relato se muestra preciso en muchas costumbres, bien conocidas por fuentes históricas, no podemos decir que estemos ante un relato histórico. Algunos datos importantes chocan con lo que sabemos por la historia. Pese a adoptar la forma de una novela histórica, bien ambientada y con ausencia de elementos fantásticos o sobrenaturales, la intención de Ester no es describir un acontecimiento del pasado, sino proporcionar el fundamento histórico a una fiesta religiosa, la de los Purim, que no aparece entre las fiestas ratificadas por el Pentateuco (Éxo 34:18-27). La fiesta, una especie de carnaval caracterizado por la alegría, los regalos y los banquetes, se sigue celebrando actualmente entre los judíos, y en ella se lee este libro. La obra puede datarse en la segunda mitad del siglo II a.C.

(La versión griega de los LXX añade, con relación a la hebrea, seis adiciones mayores. Están indicadas en la edición mediante el uso de la letra cursiva).

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas