Eclesiastés 2 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 26 versitos |
1 Yo dije a mi corazón: “Ven, te probaré con la diversión, y considera lo que es bueno”. Pero he aquí que esto también era vano.
2 A la risa dije: ¿Qué placer hay en ti? Y a la diversión: ¿Qué has conseguido?
3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, pero mi corazón razonó sabiamente y se aferró al entendimiento, para ver lo que es bueno que hagan los hombres debajo del sol, los contados días de su vida.
4 Adquirí más siervos, me construí casas, planté para mí viñedos,
5 me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales;
6 construí para mí estanques de agua para regar un bosque donde crecieran árboles.
7 Adquirí siervos y siervas, y tuve muchos siervos nacidos en casa; tuve también mucho ganado vacuno y ovino, más que todos los que me precedieron en Jerusalén.
8 Además acumulé plata y oro y las posesiones de reyes y ciudades; me proveí de cantores y cantoras, y de los placeres de los hombres; me hice de coperos y coperas.
9 Me engrandecí y acumulé mucho más que todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo.
10 Nada de cuanto pidieron mis ojos les negué, ni privé a mi corazón de ninguna diversión, porque mi corazón se regocijaba en todo mi trabajo. Ésta fue mi porción de toda mi dura labor.
11 Luego contemplé toda la obra que mis manos realizaron y toda la dura labor con la que me afané para llevarla a cabo, y he aquí que todo era vano y ansiedad de espíritu, pues no hay provecho alguno debajo del sol.
12 Después observé detenidamente a fin de considerar la sabiduría, la transgresión y la insensatez, porque ¿qué es el hombre para que entre en pleito contra el rey? Mucho menos con el que lo hizo.
13 Entonces noté que la sabiduría tiene mayor provecho que la insensatez, como tiene mayor provecho la luz que la oscuridad.
14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, pero el insensato anda en tinieblas; y comprendí que lo que sucede a uno, sucede a todos.
15 Entonces reflexioné: Si como sucede al insensato a mí también me sucederá, ¿para qué, pues, me he hecho más sabio? Entonces razoné: También esto es vano.
16 Porque el insensato habla de manera superflua, por lo cual no habrá memoria permanente para el sabio, así como tampoco para el insensato. Como los días que ya vienen, luego todo se olvida. ¿Cómo, pues, morirá el sabio junto con el insensato?
17 Así pues, aborrecí la vida, porque me era fastidiosa la obra que se hace debajo del sol, pues todo es vano y ansiedad de espíritu.
18 Así mismo, aborrecí toda mi dura labor con que me había afanado debajo del sol, porque la dejaré al hombre que vendrá después de mí,
19 ¿y quién sabe si él será sabio o insensato? No obstante, él tendrá dominio sobre todo mi duro trabajo con el cual me he afanado conduciéndome sabiamente debajo del sol. También esto es vano.
20 Por tanto, yo volví a abatir mi corazón, a causa de todo el duro trabajo con el cual me había afanado debajo del sol.
21 Porque sucede que hay hombre que se afana con sabiduría, con talento y con diligencia; pero al hombre que no se ha afanado en ello, le toca su porción. También esto es vano y un mal grande.
22 Porque, ¿qué recibe el hombre de toda su dura labor, y del deleite de su corazón por el cual se afana debajo del sol?
23 Porque todos sus días su labor es pesar e indignación; ni aun de noche reposa su corazón. También esto es vano.
24 No hay mejor cosa para el hombre sino comer y beber, y que demuestre para sí lo bueno de su trabajo. Y vi que también esto procede de la mano de Yahweh.
25 Pues, ¿quién comerá y quién beberá separado de Él?
26 Porque al hombre que es agradable delante de Él, le concede sabiduría, conocimiento y gozo. Pero a los pecadores les ha asignado la tarea de acumular y recoger para darlo al que es agradable delante de Yahweh. También esto es vano y ansiedad de espíritu.

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Introducción a Eclesiastés

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