Juan  14, 15-24

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre
y os dará otro Paráclito,
para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad,
a quien el mundo no puede recibir,
porque no le ve ni le conoce.
Pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros
y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos:
volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo ya no me verá,
pero vosotros sí me veréis,
porque yo vivo y también vosotros viviréis. Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre
y vosotros en mí y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda,
ése es el que me ama;
y el que me ame, será amado de mi Padre;
y yo le amaré y me manifestaré a él.» Le dice Judas —no el Iscariote—: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?» Jesús le respondió:
«Si alguno me ama,
guardará mi palabra,
y mi Padre le amará,
y vendremos a él,
y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras.
Y la palabra no es mía,
sino del Padre que me ha enviado.
Ver contexto