Genesis 31, 12-17

Y él me dijo: “Echa una mirada y verás cómo todos los machos que cubren a las ovejas son rayados, manchados o moteados, porque he visto todo lo que Labán te ha estado haciendo. Yo soy el Dios de Betel º, el lugar donde ungiste una piedra votiva y me hiciste una promesa. Márchate, pues, de aquí y regresa a la tierra que te vio nacer”. Raquel y Lía le respondieron: — ¿Tenemos nosotras acaso parte o herencia en la casa de nuestro padre? Al contrario, nos ha tratado como si fuésemos extrañas. No solo nos vendió, sino que además se ha gastado el dinero º que recibió por nosotras. Por tanto, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Así que haz todo lo que Dios te ha dicho. Entonces Jacob se preparó para partir, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos,
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