II Crónicas  35, 3-6

Y dijo a los levitas º instructores de Israel y consagrados al Señor: — Dejen el Arca santa en el Templo que construyó Salomón, el hijo de David, rey de Israel, pues ya no tienen que llevarla a hombros, y sirvan ahora al Señor, su Dios, y a su pueblo, Israel. Organícense por familias y por turnos como prescribieron David, rey de Israel, y su hijo Salomón. º Ocupen sus puestos en el santuario según la distribución de las familias de sus hermanos del pueblo y según la distribución de las familias levitas. Sacrifiquen el cordero pascual, santifíquense y prepárenlo a sus hermanos, cumpliendo lo que Dios mandó por medio de Moisés.
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