Efesios 1, 20-21
“
Es el poder que Dios desplegó en Cristo al resucitarlo triunfante de la muerte y sentarlo en el cielo junto a sí º, por encima de todo principado, potestad, autoridad y dominio º, y por encima de cualquier otro título que se precie de tal, no sólo en este mundo presente, sino también en el futuro. º ”