Ezequiel  15, 4-6

Si se echa al fuego º como combustible, sus extremos se consumen en las llamas y por dentro queda calcinada; ¿servirá entonces para algo? Si, cuando estaba intacta, ya no servía para nada, una vez devorada por el fuego, ¿qué utilidad podrá tener? Por eso, así dice el Señor Dios: Como he arrojado al fuego, para que sirva de combustible, esa madera de la vid, un árbol entre los otros del bosque, eso mismo es lo que haré con los habitantes de Jerusalén,
Ver contexto