Isaías 47, 9-11

Pero ambas cosas vendrán, de repente, en un solo día: acabarás sin hijos y viuda; todo eso te sobrevendrá, por mucho que multipliques tus hechizos, a pesar de tus poderosas brujerías. Confiabas en tu maldad y decías: “No hay nadie que me vea”; pero tu destreza y tu saber han acabado por extraviarte. decías en tu interior: “Yo sola y nadie más”; º mas te llega una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá encima un desastre que no podrás evitar; te vendrá de forma inesperada una catástrofe imprevista.
Ver contexto