Jeremías  10, 3-5

Los ritos de esos pueblos son pura insensatez: se tala un árbol en el bosque, lo trabaja el artesano con la gubia; º lo recubren con oro y con plata, lo asegura con clavos y martillo, de modo que no se tambalee. Igual que espantajos de melonar, son incapaces de hablar; tienen que ser transportados, son incapaces de andar. No los teman, pues no pueden hacer mal, aunque tampoco aportan beneficios.
Ver contexto