Juan  7, 37-38

El agua viva del Espíritu

El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, puesto en pie, proclamó en alta voz: — Si alguien tiene sed que venga a mí y que beba º el que cree en mí º. La Escritura dice que de sus entrañas brotarán ríos de agua viva.
Ver contexto