Salmos 78, 16-31

hizo brotar arroyos de las peñas y como ríos descendieron las aguas º. Pero de nuevo pecaron contra él, se rebelaron contra el Altísimo en el desierto. En su interior retaron a Dios, reclamaron comida con ansia. º Hablaron contra Dios, dijeron: “¿Podrá Dios preparar una mesa en el desierto? Es verdad que golpeó la roca y el agua manó, los arroyos fluyeron; pero ¿podrá también dar pan, proporcionar carne a su pueblo º?”. Lo oyó el Señor y se llenó de furia, su ira se encendió contra Jacob, se alzó en cólera contra Israel, porque no habían creído en Dios, no confiaban en su salvación. Entonces dio la orden a las nubes y las puertas del cielo se abrieron º. Les hizo llover maná para comer, les ofreció trigo del cielo. Pan de ángeles º comió el ser humano, víveres mandó para saciarlos. En el cielo hizo soplar viento del este, viento del sur levantó con su poder. Les llovió carne abundante como el polvo, aves numerosas como la arena del mar; en medio del campamento las hizo caer, alrededor de sus tiendas. Ellos comieron hasta hartarse y él cumplió así sus deseos. Pero no estaban aún satisfechos, aún tenían la comida en la boca cuando Dios se enfureció con ellos y acabó con los más vigorosos, abatió a los mejores de Israel.
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