Eclesiástico 1, 4-30

La sabiduría fue creada antes que todas las cosas; º la inteligencia y la prudencia existen desde siempre º. — ¿A quién ha sido revelada la raíz de la sabiduría? Sus hazañas, ¿quién las ha conocido º? — Sólo hay uno que es sabio y temible sobremanera: el Señor que está sentado en su trono. Él fue quien creó la sabiduría, quien la contempló, la midió y la derramó sobre todas sus obras. Él se la dio a todo viviente como don, se la regaló a quienes lo aman.

Honrar al Señor, camino de la sabiduría

Honrar al Señor º es gloria y honor, alegría y júbilo exultante. º Honrar al Señor es gozo para el corazón; comporta alegría, dicha y larga vida. Quien honra al Señor acabará bien, cuando muera será objeto de alabanza. En honrar al Señor está el comienzo de la sabiduría, acompaña a los fieles desde el seno materno. Se estableció para siempre entre los humanos y se mantiene fiel a su linaje. º Plena sabiduría es honrar al Señor, con sus frutos embriaga a los humanos; llena toda su casa de cosas apetecibles y de sus frutos rebosan los graneros. Honrar al Señor es la corona de la sabiduría, de ella brotan la paz y el bienestar; ella hace llover º la ciencia y el conocimiento, y colma de gloria a quienes la poseen. La raíz de la sabiduría es honrar al Señor y una larga vida se encuentra en sus ramas º. —

Invitación a la paciencia

Quien se enfurece sin razón no tiene disculpa, pues el ímpetu de su ira le ocasiona la ruina. º El que es paciente aguanta en todo momento y al final recibirá como recompensa la alegría; en todo momento controla sus palabras, y serán muchos los que proclamen su inteligencia.

Consejos para alcanzar sabiduría

La sabiduría atesora proverbios acertados, pero la religiosidad es aborrecible al pecador. Si deseas sabiduría, cumple los mandamientos, y el Señor te la proporcionará. Porque honrar al Señor es sabiduría e instrucción, fidelidad y humildad es lo que le agrada. º No te niegues a honrar al Señor, ni te acerques a él con torcidas intenciones. No seas hipócrita en tu relación con los demás y ten cuidado con las palabras que salen de tu boca. º No te encumbres a ti mismo, no sea que caigas y te veas cubierto de ignominia. El Señor pondrá al descubierto tus secretos y te humillará en medio de la comunidad por no haberlo honrado como es debido y por tener el corazón cargado de mentira.
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