Eclesiástico 16, 11-13

Y aunque sólo uno hubiera sido rebelde, sería un milagro el que escapara sin castigo, pues la misericordia y la ira pertenecen al Señor, capaz de perdonar con largueza y de hacer que su ira se desborde º. º Si es grande su misericordia, no es menos exigente su severidad: juzga a cada uno según su conducta. No va a escapar el pecador con el fruto de su robo ni la paciencia del piadoso quedará defraudada;
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