Eclesiástico 34, 1-7

Vaciedad de los sueños

Vanas y engañosas son las esperanzas del necio, los insensatos viven de sueños. Como atrapar sombras y perseguir el viento, así el que se alimenta de sueños. º Lo que se ve en sueños son puros reflejos: frente a un rostro, la imagen del mismo rostro. De lo sucio ¿puede sacarse algo limpio? Pues tampoco de lo falso algo verdadero. º Adivinaciones, pronósticos y sueños son cosas que no tienen ningún valor, fantasías como las de mujer en trance de parto; si no vienen de parte del Altísimo º, no les prestes la menor atención. A muchos engañaron los sueños y, al fiarse de ellos, fracasaron.
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