Eclesiástico 5, 1-7

Seguridades engañosas

No confíes en tus riquezas ni digas: “con ellas tengo ya suficiente”. º No blasones de tu capacidad y de tu fuerza dejándote llevar de tus pasiones. No digas: “¿quién tiene poder sobre mí?”, porque el Señor no dejará de hacer justicia. Ni digas: “he pecado y ¿qué me ha sucedido?”, porque es grande la paciencia del Señor. No abuses de su disposición a perdonar para seguir acumulando pecado tras pecado; ni digas: “el Señor es indulgente en extremo; por mucho que peque, me perdonará”. Porque él es bondadoso, pero también se enoja, y su indignación descargará sobre los pecadores. º No tardes en convertirte al Señor, no lo dejes de un día para otro; porque la ira del Señor estalla de repente y en el día del castigo perecerás.
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