I Crónicas 16, 37-43

David dejó allí, ante el arca de la alianza de Yahvé, a Asaf y a sus hermanos, para el ministerio continuo delante del arca, según el rito de cada día; y a Obededón, con sus hermanos, en número de sesenta y ocho, y a Obededón, hijo de Yedutún, y a Josá, como porteros; y al sacerdote Sadoc y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la Morada de Yahvé, en el alto de Gabaón, para que ofreciesen continuamente holocaustos a Yahvé en el altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según todo lo escrito en la Ley que Yahvé había mandado a Israel. Con ellos estaban Hemán y Yedutún y los restantes escogidos y nominalmente designados para alabar a Yahvé: «Porque es eterno su amor.» Y con ellos, Hemán y Yedutún, que hacían sonar trompetas, címbalos e instrumentos para los cánticos de Dios. Los hijos de Yedutún eran porteros.
Luego, todo el pueblo se fue, cada cual a su casa; también David se volvió para bendecir su casa.
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