I Samuel 22, 20-23

Sólo pudo escapar un hijo de Ajimélec, hijo de Ajitub, llamado Abiatar, y huyó donde David. Abiatar notificó a David que Saúl había dado muerte a los sacerdotes de Yahvé. David dijo a Abiatar: «Ya sabía yo aquel día que, estando allí Doeg el edomita, no dejaría de avisar a Saúl. Yo soy el responsable de todas las vidas de la casa de tu padre. Quédate conmigo y no temas, que quien busca tu muerte busca la mía, y junto a mí estarás bien custodiado.»
Ver contexto