II Corintios 9, 11-15

Así seréis ricos para toda largueza, la cual provocará por nuestro medio acciones de gracias a Dios. Porque la prestación de este servicio no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios. Experimentando el valor de este servicio, glorificarán a Dios por vuestra obediencia y la confesión de fe en el Evangelio de Cristo y por la generosidad de vuestra comunión con ellos y con todos. Y con su oración por vosotros, manifestarán su afecto hacia vosotros a causa de la gracia sobreabundante que en vosotros ha derramado Dios. ¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable!
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