II Crónicas  35, 19-25


Fin trágico de Josías.
Esta Pascua se celebró el año dieciocho del reinado de Josías. Después de todo lo que hizo para reparar el Templo, subió Necó, rey de Egipto, para combatir en Carquemis, junto al Éufrates; y Josías le salió al encuentro. Necó le envió mensajeros para decirle: «¿Qué tengo yo que ver contigo, rey de Judá? No he venido hoy contra ti, sino contra la casa con la cual estoy en guerra; y Dios me ha mandado que me apresure. Deja de oponerte a Dios, que está conmigo, no sea que él te destruya.» Pero Josías no se apartó de él, pues estaba decidido a darle batalla, sin escuchar las palabras de Necó, que venían de boca de Dios. Y avanzó para librar batalla en la llanura de Meguidó. Los arqueros tiraron contra el rey Josías, y dijo el rey a sus siervos: «Llevadme fuera, pues estoy gravemente herido.» Sus siervos lo sacaron del carro, y pasándolo a otro carro que tenía, lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en los sepulcros de sus padres y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. Jeremías compuso una elegía sobre Josías, y todos los cantores y cantoras hablan todavía hoy de Josías en sus elegías; lo cual se ha hecho costumbre en Israel. Están escritas entre las Lamentaciones.
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