Habacuc  3, 16


Conclusión: Temor humano y fe en Dios.
¡Lo he oído y se estremecen mis entrañas,
lo he escuchado y titubean mis labios,
un temblor penetra en mis huesos,
al andar tiemblan mis pasos!
Espero tranquilo el día de la angustia,
que caerá sobre el pueblo que nos asalta.
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