Hebreos 6, 1-11


Plan del autor.
Por eso, dejando la enseñanza elemental acerca de Cristo, elevémonos a lo perfecto, sin reiterar los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas y de la fe en Dios; de la instrucción sobre los bautismos y de la imposición de las manos; de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y así procederemos con el favor de Dios. Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez crucificando de nuevo al Hijo de Dios para su conversión y exponiéndolo a pública infamia. Porque la tierra que recibe frecuentes lluvias y produce buena vegetación para los que la cultivan participa de la bendición de Dios. Por el contrario, la que produce espinas y abrojos es desechada, y cerca está de la maldición , y terminará por ser quemada.
Palabras de esperanza y ánimo.
Pero de vosotros, queridos, aunque hablemos así, esperamos cosas mejores y conducentes a la salvación. Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestras obras y del amor que habéis mostrado en su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos. Deseamos, no obstante, que cada uno de vosotros manifieste la misma diligencia para la plena realización de la esperanza hasta el fin,
Ver contexto