Isaías 26, 16-19

Yahvé, en el aprieto de tu castigo te buscamos;
la angustia de la opresión era tu castigo para nosotros.
Como cuando la mujer encinta está próxima al parto sufre,
y se queja en su trance,
así éramos nosotros delante de ti, Yahvé.
Hemos concebido, tenemos dolores
como si diésemos a luz viento;
pero no hemos traído a la tierra salvación,
y no le nacerán habitantes al orbe.
Revivirán tus muertos,
tus cadáveres resurgirán,
despertarán y darán gritos de júbilo
los moradores del polvo;
porque rocío luminoso es tu rocío,
y la tierra echará de su seno las sombras.
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