Isaías 5, 11-13

¡Ay, los que despertando por la mañana
andan tras el licor;
los que trasnochan,
encandilados por el vino!
Sólo hay arpas y cítaras,
pandero y flauta en sus libaciones,
y no contemplan la obra de Yahvé,
no ven la acción de sus manos.
Por eso fue deportado mi pueblo
sin sentirlo,
sus notables estaban muertos de hambre,
y su plebe se resecaba de sed.
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