Isaías 58, 7-11

¿No será partir al hambriento tu pan,
y a los pobres sin hogar recibir en casa?
¿Que cuando veas a un desnudo le cubras,
y de tu semejante no te apartes?
Entonces brotará tu luz como la aurora,
y tu herida se curará rápidamente.
Te precederá tu justicia,
la gloria de Yahvé te seguirá.
Entonces clamarás, y Yahvé te responderá,
pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.»
Si apartas de ti todo yugo,
no apuntas con el dedo y no hablas maldad,
repartes al hambriento tu pan,
y al alma afligida dejas saciada,
resplandecerá en las tinieblas tu luz,
y lo oscuro de ti será como mediodía.
Te guiará Yahvé de continuo,
hartará en los sequedales tu alma,
dará vigor a tus huesos,
y serás como huerto regado,
o como manantial
cuyas aguas nunca faltan.
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