Genesis 16, 5-9

Dijo entonces Saray a Abrán: «Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse mi esclava en tu seno, pero, al verse ella encinta, me mira con desprecio. Juzgue Yahvé entre nosotros dos.» Respondió Abrán a Saray: «Ahí tienes a tu esclava en tus manos. Haz con ella como mejor te parezca.» Saray dio en maltratarla y ella huyó de su presencia.
La encontró el Ángel de Yahvé junto a una fuente que manaba en el desierto —la fuente que hay en el camino de Sur— y dijo: «Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?» Contestó ella: «Voy huyendo de mi señora Saray.» «Vuelve a tu señora, le dijo el Ángel de Yahvé, y sométete a ella.»
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