Levítico 8, 27-28

Lo puso todo esto en manos de Aarón y en manos de sus hijos, e hizo con ello el rito de balanceo ante Yahvé. Luego Moisés lo tomó de sus manos y lo quemó en el altar, encima del holocausto. Fue el sacrificio de investidura, calmante aroma, manjar abrasado en honor de Yahvé.
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