Numeros  5, 20-22

Pero si, estando bajo la potestad de tu marido, te has desviado y te has manchado, durmiendo con un hombre distinto de tu marido...” El sacerdote entonces proferirá sobre la mujer este juramento, y dirá el sacerdote a la mujer: “...Que Yahvé te ponga como maldición y execración en medio de tu pueblo, que haga languidecer tus caderas e infle tu vientre. Que entren estas aguas de maldición en tus entrañas, para que inflen tu vientre y hagan languidecer tus caderas”. Y la mujer responderá: ¡Amén, amén!
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