Sabiduría 12, 11-18

pues era una raza maldita desde su origen.
Motivos de esta moderación.
Tampoco por temor a nadie indultabas sus pecados.
Pues ¿quién podría decirte: «¿Qué has hecho?»
¿Quién se opondría a tu sentencia?
¿Quién te citaría a juicio por destruir naciones creadas por ti?
¿Quién se enfrentaría a ti como defensor de hombres injustos?
Pues fuera de ti no hay Dios que cuide de todo,
a quien tengas que dar cuenta de la justicia de tus juicios;
ni rey ni soberano que pueda desafiarte defendiendo a los que has castigado.
Puesto que eres justo, todo lo gobiernas con justicia
y consideras incompatible con tu poder
el condenar a quien no merece castigo.
Tu poder es el principio de la justicia
y tu señorío sobre todo te hace ser compasivo con todos.
Demuestras tu poder ante los que desconfían de la plenitud de tu fuerza
y confundes la osadía de los que la conocen.
Dueño de tu poder, juzgas con moderación
y nos gobiernas con gran indulgencia,
porque haces valer tu poder cuando quieres.
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