Salmos 114, 3-7

El mar lo vio y huyó,
el Jordán retrocedió,
los montes brincaron como carneros,
las colinas igual que corderos.
Mar, ¿qué te pasa que huyes,
y tú, Jordán, que retrocedes,
montes, que brincáis como carneros,
colinas igual que corderos?
La tierra tiembla en presencia del Dueño,
en presencia del Dios de Jacob,
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