Eclesiástico 45, 23-26


Pinjás.
Pinjás, hijo de Eleazar, es el tercero en gloria,
porque se mostró fiel en el temor del Señor.
Cuando el pueblo se rebeló, él se mantuvo firme,
con espíritu noble y valiente,
y así obtuvo el perdón para Israel.
Por eso el Señor hizo con él una alianza de paz,
y le designó jefe del santuario y de su pueblo.
De este modo él y su descendencia recibieron
la dignidad del sumo sacerdocio para siempre.
El Señor hizo también alianza con David,
hijo de Jesé, de la tribu de Judá.
Pero esta herencia real sólo pasa de hijo a hijo,
mientras que la herencia de Aarón pasa a todo su linaje.
Que Dios os conceda la sabiduría del corazón,
para juzgar a su pueblo con justicia,
y para que no se desvirtúen los valores de los padres,
ni su gloria por todas las generaciones.
Ver contexto