Genesis 20, 2-3

solía decir Abrahán de su mujer Sara: «Es mi hermana.» Entonces el rey de Guerar, Abimélec, envió por Sara y la tomó. Pero vino Dios a Abimélec en un sueño nocturno y le dijo: «Date por muerto, pues esa mujer que has tomado está casada.»
Ver contexto