I Corintios 5, 7-13

Eliminad la levadura vieja, para ser masa nueva, pues todavía sois ázimos*. Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado. Así que, celebremos la fiesta, no con vieja levadura, ni con levadura de malicia e inmoralidad, sino con ázimos de sinceridad y verdad*. Al escribiros en mi carta* que no os relacionarais con gente inmoral, no me refería a los inmorales de este mundo en general, o a los avaros, ladrones o idólatras. De ser así, tendríais que salir del mundo. ¡No!, os escribí que no os relacionarais con quien, llamándose hermano*, es inmoral, avaro, idólatra, difamador, borracho o ladrón. Con ésos ¡ni comer! No es competencia mía juzgar a los de fuera*. ¡Pero vosotros tenéis que juzgar a los de dentro! A los de fuera ya los juzgará Dios. ¡Arrojad de entre vosotros al malvado!
Ver contexto