I Reyes 6, 15-18

Revistió los muros interiores del templo con planchas de cedro, desde el suelo hasta las vigas del techo; revistió de madera el interior, y el suelo con planchas de ciprés. Recubrió los veinte codos del fondo con planchas de cedro, desde el suelo hasta las vigas*, formando así en el interior el santuario: el Santo de los Santos. El templo, es decir, la nave delante del santuario* medía cuarenta codos. El cedro del interior presentaba bajorrelieves de calabazas y capullos abiertos; todo era de cedro, no se veía la piedra.
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