I Reyes 8, 64

Aquel día consagró el rey el atrio interior que está delante del templo de Yahvé, ofreciendo allí el holocausto, la oblación y las grasas de los sacrificios de comunión (pues el altar de bronce* que estaba ante Yahvé era demasiado reducido para contener el holocausto, la oblación y las grasas de los sacrificios de comunión).
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