I Tesalonicenses 4, 16-17

El mismo Señor bajará del cielo con clamor, acompañado de una voz de arcángel y del sonido de la trompeta de Dios*. Entonces, los que murieron siendo creyentes en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos*, seremos arrebatados en las nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor*.
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